Yossul Urdaneta fue al supermercado el pasado fin de semana. Pretendía comprar verduras y fue un insulto lo que encontró.
En un primer intento entró a un local ubicado en la avenida Fuerzas Armadas, al norte de Maracaibo. No pudo comprar nada. Lo mismo le pasó al día siguiente en un supermercado de un Centro Comercial. La gerencia de ambos establecimientos no le permitió llevarse los productos que requería porque no pudo activar la captahuella dispuesta en las cajas. Y es que Yossul nació sin brazos, así lo certifica un carnet emitido por el Consejo Nacional para las Personas con Discapacidad (Conapdis). En su cédula de identidad también se especifica su condición, reseña entrevista el diario La Verdad.
Los encargados de los locales le explicaron que debía solicitar en la Intendencia de Maracaibo un documento que constatara su impedimento físico. En este organismo fue atendida y se le entregó una constancia que explicaba que sus brazos habían sido amputados. Ella se sintió irrespetada porque su discapacidad es de nacimiento.
“No me vendieron comida porque no tengo brazos. No saben ni cómo tratarnos. Es lo que más me molesta”, dijo la joven de 26 años, quien toda su vida ha podido hacer cosas como todos. Sus pies no solo los usa para caminar, con ellos escribe, se acomoda el cabello y maneja su Instagram.