En Miami aún se siguen contando hoy los votos de quienes no acudieron en persona al centro de votación el pasado martes, cuando se celebraron las elecciones en las que Barack Obama resultó reelegido presidente de Estados Unidos.
Aunque en el condado de Miami-Dade como en el resto de Florida se ha contabilizado el 100 % de las papeletas depositadas en las urnas el día 6, aquí sus responsables electorales tienen la dificultad de que se presentaron además decenas de miles de votos a distancia y provisionales.
Los votos a distancia están pensados para quienes no pueden o no quieren acudir a las urnas el día de las elecciones y generalmente se pueden presentar por correo, a través de otra persona o acudiendo en otra fecha a un lugar predeterminado.
Los ciudadanos de Miami recurrieron en masa a este procedimiento, así como al voto provisional (aceptado en las urnas pero pendiente de verificaciones por alguna irregularidad), después de que se autorizara a los centros electorales a ofrecer estas opciones a la gente que no pudo votar por adelantado en los ocho días habilitados para ello.
En ocasiones anteriores el plazo del voto anticipado era de catorce días, pero las autoridades de Florida, republicanas, lo recortaron a ocho y no incluyeron el domingo anterior a las elecciones.
Ese recorte, sumado a una papeleta de diez páginas con complicadas consultas sobre reformas legislativas, provocó que las colas para votar por adelantado el sábado pasado superaran en muchos centros las ocho horas de espera.
«Con unas papeletas cuya longitud no tiene precedentes en el condado de Miami-Dade, tenemos que revisar y verificar más de 100.000 páginas una por una. Esto en absoluto representa ningún incidente o retrasos, es una cuestión de un volumen sin precedentes», aseguró el Departamento Electoral del condado.
Un portavoz de ese departamento explicó hoy a Efe que se ha seguido trabajando en ello durante la noche y que «pronto» se podrán ofrecer resultados finales, después de que se hayan contado manualmente los votos que faltan y comprobado que no hay duplicados o que sus firmantes están correctamente registrados.
«Nos llegaron 30.000 votos a distancia en Miami-Dade en un día. Normalmente no recibimos esa cantidad, recibimos cinco o seis (mil)», explicó a la prensa el alcalde del condado, Carlos Giménez, que ha mostrado su desagrado por el hecho de que Florida vuelva a ser objeto de críticas en todo el país por su incapacidad para ofrecer resultados finales en un plazo similar al del resto de EE.UU.
En el año 2000 el estado fue el triste protagonista de un retraso histórico en la nominación del vencedor de las elecciones, por lo que llueve sobre mojado. Incluso Obama dijo en su discurso triunfal de la noche electoral que el problema de Florida «hay que arreglarlo».
Cuando Obama estaba diciendo esas palabras, aún había electores de Florida entregando su voto, ya que se permitió votar a todo el que llevara haciendo fila desde las siete de la tarde, cuando se debían cerrar los centros.
Por el momento, Obama aventaja a Mitt Romney en el recuento de votos de Miami, (61,57 % frente a 37,89 %). Entre quienes votaron por adelantado, el primero duplica en votos al segundo (168.109, frente a 65.652), mientras que en los votos a distancia que aún se están contabilizado están más ajustados: 120.523 y 117.050, respectivamente.
En el conjunto de Florida, Obama lidera el recuento con el 49,89 %, frente al 49,25 % de Romney. Aunque el caso de Miami es el más clamoroso, hay otros condados que tampoco han acabado el recuento de votos a distancia (Broward, Duval y Palm Beach), lo que está siendo motivo de burlas y quejas en los medios estadounidenses.
«Es inaceptable. A diferencia de las elecciones de 2000, cuando las tecnologías dispares y los márgenes de votación muy estrechos generaron un infame recuento, en esta ocasión las largas colas en algunas zonas urbanas y el retraso en el recuento de votos son indefendibles», publicaba hoy The Tampa Bay Times.
Ese diario acusa a los líderes estatales de «dedicar dos años a aprobar leyes para dificultar que los ciudadanos se registren para votar y luego para limitar aún más su acceso al voto» y recuerda que el gobernador estatal incluso impulsó una purga de las listas electorales que finalmente impidió el Departamento de Justicia.
«Una vez más, Florida parece ridícula a los ojos de la nación. Imaginen que la elección presidencial aún estuviera esperando los los resultados de aquí», como ya ocurrió en 2000, lamenta el diario.
Igualmente, Los Angeles Times decía en su portada: «Una docena de años después de que el ‘Estado del Sol’ tuviera como rehén a toda la nación con una crisis electoral, aún no puede hacerlo bien. Esta vez, al menos, la Presidencia no está en juego».
EFE