Al rechazar y repudiar la reciente inhabilitación de su compañero Abelardo Díaz, el parlamentario tachirense Miguel Ángel Rodríguez expresó que lo que falta en su estado es que el gobierno comience a inhabilitar votantes por el temor que le causa perder las siete diputaciones de la entidad y la consecuencia que tal derrota tendría en las elecciones regionales de 2016.
Manifestó que difícilmente en otro estado del país haya sido tan violento el llamado gobierno revolucionario, ya que a la neutralización política del ex gobernador Pérez Vivas, el alcalde Daniel Ceballos, la alcaldesa Virginia Vivas y el legislador Abelardo Díaz, siempre habrá que colocarle como antecedente el maltrato a una ciudadanía azotada por el hampa, por considerársele generalizadamente sospechosa de contrabandista y por criminalizarle la virtud de ser la población más aguerrida en la lucha por la democracia, la justicia y los derechos humanos.
«Ya se lo advertía el pasado lunes Nicolás Maduro al gobernador Vielma, que en Táchira la pelea que tenía que librar era dura. Pero independientemente de que el Presidente hablara mal de nuestro pueblo, imaginábamos que habría disposición a conquistar los votos con honor. La inhabilitación de Abelardo reafirma lo contrario. En la lucha sucia jamás hay gestos honorables. La violencia es de los cobardes».
Miguel Ángel Rodríguez, quien por motivos personales y prospección de nuevos proyectos no se propuso a la reelección, reconoce en la curul de Abelardo Díaz, el desempeño político de un gran tachirense.
«Ha sido un excelente parlamentario y además un amigo constante y solidario en los momentos difíciles que hemos atravesado. Lo ha sido en lo personal, tanto como lo ha sido con nuestro amado estado Táchira, que lo reconoce como uno de sus más preciados liderazgos emergentes. Sabemos que el voto del Táchira por el cambio en la Asamblea Nacional se hará más contundente como respuesta a esta profunda y grave ofensa».