Los puertorriqueños están aprendiendo a vivir sin agua en medio de la severa crisis económica que afecta a la isla.
La sequía está haciendo que muchos negocios cierren temporalmente, que las escuelas públicas suspendan los desayunos y que la gente se las ingenie para lavarse sin agua bajo temperaturas altísimas.
En estos momentos circula agua uno de cada tres días y la semana que viene lo hará uno de cada cuatro, según dispusieron las autoridades.
«Le tomé miedo a los informes del tiempo», comentó Cornelio Vegazo, propietario de una empresa de reparación de techos. «No se ve la luz al final del túnel».
La sequía es una de las peores en la historia de la isla. El de julio fue el cuarto mes más seco en San Juan desde 1898, el año en que Puerto Rico pasó a ser un territorio estadounidense.
El mes pasado cayeron apenas cuatro centímetros (1.60 pulgadas) de agua de lluvia y los meteorólogos pronostican que la sequía se prolongará varias semanas, si no meses.
Vía AP