Cientos de personas resultaron heridas en las explosiones poco antes de la medianoche del miércoles. Enormes bolas de fuego iluminaron el cielo como si fuera de día y rompieron ventanales a varios kilómetros de distancia. Doce de los muertos formaban parte del destacamento de más de 1.000 bomberos enviados a la zona industrial para combatir las llamas.
«Pensé que era un terremoto, así que bajé descalza las escaleras», dijo Zhang Siyu, quien vive a varios kilómetros del lugar de la explosión. «Cuando salí de la casa que me di cuenta que era una explosión. Había una enorme bola de fuego en el cielo, entre espesas nubes. Todos podían verla».
Zhang señaló que vio a varias personas heridas llorando. Dijo que no pudo ver a ninguna persona muerta pero «podía sentir la muerte».
El gobierno municipal de Tianjin, un puerto y centro petroquímico unos 120 kilómetros al este de Beijing, dijo que 521 personas estaban hospitalizadas, 52 de ellas con heridas graves. No dio una cifra de desaparecidos.
No hubo indicios de la causa de los estallidos, ni señales inmediatas de alguna liberación a gran escala de sustancias químicas tóxicas en el aire. El diario The Beijing News reportó en su sitio web que había espuma amarillenta no identificada que salía del sitio de la explosión, aunque no estaba claro si era contaminación o un efecto de las tareas de extinción del incendio.
«Fue como nos dijeron que sería una bomba nuclear», dijo el camionero Zhao Zhencheng, que pasó la noche en la cabina de su camión tras las explosiones. «Nunca había visto una cosa semejante. Fue terrorífico, pero también hermoso».
La explosión inicial se produjo el miércoles por la noche en la zona de embarque de contenedores, según la policía de Tianjin, en un almacén de materiales volátiles propiedad de una empresa de logística, Ruihai Logistics, que cuenta con todos los permisos para manejar dichos materiales. La prensa estatal dijo que un alto funcionario de la compañía ya fue detenido, y que el presidente Xi Jinping pidió un severo castigo para quien resulte responsable de las explosiones.
La explosión inicial provocó otras más en los negocios cercanos, indicó la agencia gubernamental Xinhua News. El Servicio Sismológico Nacional reportó dos grandes explosiones antes de la media noche, la primera con una equivalencia a 3 toneladas de TNT, y la segunda con una intensidad de 21 toneladas.
Las explosiones ocurrieron en una zona principalmente industrial, con algunos edificios residenciales en las cercanías. Las instalaciones media docena de empresas logísticas quedaron destruidas por las explosiones, y más de 1.000 autos Renault quedaron calcinados en un estacionamiento cercano, señaló el Beijing News.
Al lugar se enviaron más de mil bomberos para combatir las llamas, que estaban en su mayoría bajo control el jueves por las mañanas, indicó el gobierno local.
Como suele ocurrir cuando se producen desastres, las autoridades chinas intentaron mantener un estricto control de la información. La policía mantuvo a testigos y periodistas alejados de la escena con un perímetro de uno o dos kilómetros alrededor del lugar. En la popular plataforma china de microblogs Weibo, algunos usuarios de que sus entradas sobre la explosión se habían borrado y la cantidad de resultados de búsquedas sobre el suceso variaba, en un indicio de que las autoridades estaban manipulando o limitando su número.
El sitio web de la firma de logística estaba fuera de servicio el jueves.
El gobierno local de Tianjin dijo que tras el incidente suspendió el acceso a los registros de la empresa por internet. Estos datos podrían emplearse para llegar hasta los propietarios de Ruihai. No estuvo claro si la suspensión se debió a daños relacionados con la explosión. Nadie respondió al teléfono en organismos oficiales de supervisión industrial de la ciudad el jueves.
Ruihai Logistics explicaba en su cibersitio – antes de su cierre – que se había fundado en 2011 y tenía autorización para la gestión de materiales peligrosos. Gestiona un millón de toneladas de mercancía al año, agregaba.
Las fotografías, aparentemente tomadas por personas cerca de la escena y que circulan en microblogs, muestran una enorme bola de fuego en lo alto del cielo, con una nube en forma de hongo. Imágenes en medios de comunicación gubernamentales mostraron un mar de fuego que iluminó el cielo nocturno de un brillante color anaranjado, con enormes columnas de humo.
A unos 2 kilómetros (1,2 millas) del lugar de la explosión se encuentra el complejo de apartamentos de lujo Fifth Avenue, sobre una calle ahora repleta de vidrios rotos y trozos de metal de la explosión. Al igual que las construcciones aledañas, el complejo de estilo mediterráneo perdió todas sus ventanas y parte de su fachada resultó quemada.
«Afortunadamente nadie se había mudado», dijo un trabajador del lugar, Liu Junwei, de 29 años. «Pero para nosotros es una pérdida total. Dos años de duro trabajo tirado a la basura».
«Todo estaba tranquilo, entonces el cielo se iluminó más que de día y parecía un espectáculo de fuegos artificiales», dijo otro trabajador de la zona que solo se identificó por su apellido, Li.
Tianjin, con una población de unos 15 millones de personas, está a unos 120 kilómetros (75 millas) al este de Beijing, junto al mar de Bohai, y tiene uno de los puertos más importantes del país. Es una de las urbes más modernas de China y está conectada con la capital por un tren de alta velocidad.