Hartos de la corrupción de proporciones épicas en Petrobras, los precios que suben y el empleo que cae, casi medio millón de brasileños vestidos con el verde y amarillo de la bandera nacional se volcaron a las calles para exigir la salida de la presidenta Dilma Rousseff.
Hasta ahora la tercera gran protesta contra el gobierno en seis meses -pacífica y en clima de carnaval- parece haber congregado a menos o igual número de manifestantes que ediciones anteriores: un balance del portal G1 informó que unas 436.000 personas marcharon en 136 ciudades de Brasil según la policía, mientras los organizadores estimaron unas 704.000.
Vestidos de verde y amarillo en honor a la bandera nacional, más de 130.000 brasileños exigieron en las calles la salida de la presidenta Dilma Rousseff, hartos de la triple crisis económica, política e institucional que sacude al país.
En la tercera gran protesta contra el gobierno en seis meses, unas 137.000 personas indignadas con la situación del país salieron a las calles de decenas de ciudades, según la policía, mientras los organizadores calculaban unos 225.000 manifestantes.
La cifra debe ir creciendo al comenzar otras manifestaciones sobre todo en Sao Paulo, feudo de la oposición y la ciudad más poblada con 11 millones de habitantes.
Agitando banderas de Brasil o vestidos con la camiseta «verdeamarela» de la selección de fútbol, los manifestantes cantaron el himno nacional y levantaron pancartas que leían «No a la corrupción», a raíz del colosal escándalo de sobornos que ha costado más de 3.000 millones de dólares a la petrolera estatal Petrobras.
«¡Fuera Dilma!, «¡Fuera Dilma!», coreaba la multitud -25.000 según la policía, 45.000 según organizadores- en Brasilia a una sola voz, mientras desplegaba una enorme bandera de Brasil de decenas de metros.
En Rio de Janeiro, sede de los Juegos Olímpicos de 2016 y donde se disputa este domingo el evento test olímpico de ciclismo de pista, decenas de miles colmaron la avenida Atlántica frente a la célebre playa de Copacabana en un perfecto día de sol, mientras otros en bikini y pequeños shorts de baño preferían tomar sol y se bañaban en el Atlántico.
LEY/dilma
Los manifestantes piden la renuncia de Dilma Rpusseff o su destitución tras juicio político en el Congreso