Los hay. No se trata de una guerra de géneros, pero hay ciertos errores en los gimnasios que son cometidos principalmente por las mujeres.
Los hombres también suelen equivocarse en sus rutinas de ejercicios y hay errores que afectan a todos por igual como los contamos en un artículo anterior.
Pero esta vez vamos a centrarnos en esas creencias o mitos que afectan más que nada a las mujeres y que se han expandido pese al esfuerzo de los preparadores físicos o entrenadores personales.
Por eso es que surgen frases como «sólo quiero perder peso», «no busco tantos músculos» o «lo mejor son las clases de aeróbicos».
En BBC Mundo, hablamos con José Miguel de Castillo, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, para conocer cuáles son los errores más comunes.
Misma rutina
Trabajar cada día los mismos grupos musculares no producirá un beneficio a largo plazo sino que puede llegar a ser contraproducente.
Muchas mujeres van al gimnasio para atender a una clase determinada de ejercicios -por lo general de aeróbicos- sin tener conciencia que en la variedad está el gusto, además de los beneficios.
Y tan importante como el hacer ejercicio es el descanso para evitar la fatiga muscular.
«Siempre hacer una misma rutina produce un estancamiento a medio plazo», alertó Del Castillo.
Miedo a las pesas
«Las mujeres suelen incorporar el término tonificar cuando llegan al gimnasio para evitar hablar de pesas», comentó el preparador físico.
«Esto se debe a que tienen miedo de crecer mucho muscularmente».
El hecho es que por hacer series de mancuernas o pesos libres una mujer no desarrollaría tantos músculos debido a su falta de testosterona, pero lograría mucho mejores resultados.
Una vez que se haya adaptado al uso de pesos se podrían agregar cargas más intensas sin peligro de que se vaya a producir un exceso de musculatura.
Obsesión abdominal
No ocurre sólo con la mujeres, pero tener un abdomen plano y definido suele estar como número uno en la lista de prioridades de ellas.
Es por eso que el mayor esfuerzo y tiempo en el gimnasio lo dedican a trabajar ese sector del cuerpo.
El problema es que no por hacer muchas repeticiones se conseguirá el efecto deseado y es necesario incorporar otros ejercicios a la rutina para multiplicar los beneficios en el cuerpo.
«¡Nunca hay pérdida de grasa localizada!», recordó Del Castillo.
«Lo más importante es llevar una dieta hipocalórica. Hay un dicho que dice que ‘los abdominales se hacen en la cocina, pero los glúteos se hacen en el gimnasio'».
Apariencia en lugar de rendimiento
No tener la ropa adecuada es otro de los errores que perjudican a las mujeres a la hora de hacer ejercicio.
Cada una de las prendas escogidas influirá en el rendimiento y es importante no confundir vanidad con comodidad
Aunque verse bien puede brindar un factor motivacional, no es lo primordial de la ropa deportiva y desde el calzado hasta la ropa interior deben de tener un propósito.
Un espejo masculino
Una mujer debe seguir su propio programa de ejercicios y no tratar de imitar a sus compañeros masculinos en un gimnasio.
No es que haya ejercicios que sean exclusivos de un género, pero además de las evidentes diferencias naturales, hay algunos errores técnicos importantes en los que se debe prestar atención.
«Meter hacia dentro o sacar hacia afuera las rodillas, por ejemplo, en las sentadillas», dijo Del Castillo.
«Por debilidad del glúteo medio y por una anatomía con un fémur en rotación interna que las penaliza en su apoyo monopodal (a un solo pie)», señaló.
«También, por esta misma razón, y para controlar mejor el gesto, se recomienda que la zancada se realice hacia atrás, en vez de hacia adelante».
Lo más recomendable para evitar los errores resaltados arriba es establecer un programa de ejercicios específico junto a un preparador físico.