Estos lanzallamas ahora están disponibles para el público en general, en Detroit, estado de Michigan (EE.UU.), como lo demostró el gerente general de Ion-Production Team, Chris Byars, a pesar que están prohibidos debido a su peligrosidad.
Estos dispositivos pueden lanzar las llamas hasta 7 metros y cuestan 900 dólares. Byars afirma que pueden ser muy útiles en ciertas labores del hogar, como en la eliminación de colmenas de abejas o mala hierba, quitar la nieve, encender una fogata, o como él mismo dice, divertirse un poco.
El Ejército de EE.UU. ha prohibido el uso de lanzallamas como parte del Convenio sobre Ciertas Armas Convencionales, firmado en 1980, que restringe el uso de armas que son consideradas extremadamente peligrosas.