El destacado arqueólogo, asesinado el martes en la noche en esa histórica ciudad siria, fue también acusado por el EI de representar al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, en «congresos apóstatas», en referencia a las conferencias internacionales sobre antigüedades.
El exfuncionario del Gobierno sirio fue decapitado en una plaza pública de Palmira, a manos de un miembro del EI enmascarado y en presencia de un grupo de residentes de la localidad.
El Observatorio detalló que los yihadistas colgaron su cadáver de un poste eléctrico en una de las calles de la urbe y dejaron su cabeza cortada debajo del cuerpo, apoyada en el suelo y colocada entre los pies.
El Observatorio, que citó a fuentes cercana al arqueólogo, explicó que miembros del EI en Palmira denunciaron a Al Asaad por una venganza personal y después fue arrestado por el EI, hace un mes.
Añadió que el grupo extremista se comprometió hace varios días a liberarle y por ello la población local se sorprendió anoche cuando vieron que el arqueólogo era conducido a una plaza pública para ser ejecutado.
El Observatorio, cuya sede está en Londres pero goza de una amplia red de activistas en Siria, agregó que la víctima fue encontrada culpable también de comunicarse con dos generales del régimen sirio, uno de ellos, su hermano Aisa, director de una comisaría de Damasco.
Según se puede ver en imágenes distribuidas por internet, del cuerpo de Al Asaad fue colgado un cartel con las acusaciones por las que le ejecutaron, según la aplicación estricta que hace el EI de la sharía o ley islámica, a través de castigos tan brutales como la decapitación.
La sharía prohíbe de forma categórica la representación de seres humanos o divinos en estatuas porque considera que Dios es el único que puede crear la imagen de los seres vivos y también porque esa práctica es considerada pagana.
Al Asaad, de 83 años, escribió decenas de libros y estudios sobre la ciudad de Palmira y sus ruinas, y presidió varios equipos científicos que trabajaron en los sitios arqueológicos de esa ciudad.
El EI tomó el pasado 20 de mayo el control de esta localidad, situada en el este de la provincia de Homs y cuyas ruinas grecorromanas están incluidas en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Vía EFE