El director del diario El Nacional, Miguel Henrique Otero, dijo hoy en el Senado de Brasil que en Venezuela hay una «dictadura», aunque «los regímenes autoritarios del siglo XXI operan supuestamente bajo el marco de la ley».
«El régimen de (Nicolás) Maduro (presidente de Venezuela) es una dictadura en cualquier descripción que hagamos. Los poderes públicos están secuestrados por el Ejecutivo», resaltó el también propietario de El Nacional.
El director y periodista fue recibido hoy en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño, ante la cual denunció que en Venezuela no se respetan las libertades, incluida la de expresión, y alertó de que la crisis que vive su país puede tener «consecuencias muy graves» para el resto de Latinoamérica.
Otero se encuentra fuera de Venezuela desde hace más de tres meses, cuando el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, demandó a propietarios y empleados de El Nacional y de dos portales de noticias por difundir informaciones de otros medios en las que se le vinculaba con el narcotráfico.
El director del periódico subrayó que el control de los medios de comunicación venezolanos va desde la violencia física contra los periodistas y la restricción de papel -suministrado por otras cabeceras latinoamericanas- hasta la «represión administrativa».
«Los regímenes autoritarios del siglo XXI operan supuestamente bajo el marco de la ley, pero en la práctica son similares a la dictadura», declaró.
Otero denunció «terribles» casos de tortura en su país, criticó el encarcelamiento de 70 políticos presos sin sentencia y comparó la «crisis humanitaria» de Venezuela con la que «vivió Haití en algún momento».
El periodista también defendió la presencia de observadores internacionales en las elecciones parlamentarias previstas para diciembre, pero matizó que su supervisión, aunque puede aminorar el fraude, no garantiza que no existan trampas.
«El Gobierno dice que es una democracia porque hace elecciones. Las elecciones no son las únicas características de una democracia, tienen que ser libres, equilibradas y transparentes», sostuvo.
El senador y líder oposito brasileño Aécio Neves, por su parte, sugirió a la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado que realice un pedido formal a la Organización de los Estados Americanos (OEA) para que envíe observadores, independientemente del visto bueno de Maduro, para seguir las elecciones parlamentarias.
Neves, derrotado por Dilma Rousseff en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2014 en Brasil, expresó su preocupación por el desarrollo de los comicios y subrayó que «cuando se trata de libertad no hay que respetar fronteras».
El pasado junio el líder de la oposición brasileña integró una misión de senadores brasileños que pretendía visitar a algunos de los dirigentes opositores presos en Venezuela, pero no pudo llegar a Caracas ya que la autopista que conducía del aeropuerto de Maiquetía a la capital estaba bloqueada.
Además, la furgoneta que trasladaba los parlamentarios fue objeto de un bloqueo por parte de simpatizantes del Gobierno de Nicolás Maduro, que además de impedir el paso del vehículo llegaron a golpear sus cristales en forma amenazante, como se constató en vídeos difundidos por los senadores.
El suceso obligó al Gobierno de Rousseff, que mantiene lazos de amistad con Maduro, a elevar su tono ante el Ejecutivo venezolano y calificar el episodio de «inaceptable». EFE