El potente tifón Goni golpeó este martes el suroeste de Japón, dejando más de 70 heridos y perturbando el transporte ferroviario y aéreo, a la vez que se pidió a los habitantes de varias localidades abandonar sus casas como medida de precaución.
El decimoquinto tifón de la temporada en Asia, que ha dejado al menos 26 muertos en Filipinas, alcanzó la prefectura de Kumamoto, en la isla de Kyushu, sobre las 06H00 locales (21H00 GMT del lunes), indicó la Agencia de Meteorología Japonesa, que advirtió del riesgo de fuertes lluvias y olas gigantes.
Acompañado de vientos de hasta 198 km/h, Goni se desplazaba hacia el norte, bordeando la isla principal de Honshu, y se espera que se desvíe hacia el noroeste.
Más de 70 personas resultaron heridas leves, la mayoría por caídas provocadas por las fuertes ráfagas de viento o cristales rotos, según los medios y responsables locales.
Las autoridades locales aconsejaron a al menos 600.000 personas a evacuar sus casas ante el temor de posibles caídas de tierra e inundaciones, según el ministerio del Interior.
Muchas conexiones ferroviarias fueron interrumpidas y unos 300 vuelos fueron anulados en la zona afectada.
Más de 425.000 hogares se hallaron privados de electricidad.