El ministro de Finanzas de Guatemala, Dorval Carías, y otros dos colaboradores renunciaron el lunes a sus puestos después de que el presidente Otto Pérez Molina fuera acusado de liderar una mafia aduanera en el país centroamericano.
El domingo, Pérez Molina rechazó los señalamientos de corrupción y descartó la posibilidad de dimitir a pocos días de las elecciones del 6 de septiembre, pese a la creciente presión en su contra y la renuncia de miembros de su gabinete.
Carías no dio motivos para su salida, que se hará efectiva en los próximos días, junto con los dos principales viceministros, informó la oficina de comunicación del despacho.
El equipo de Carías estaba elaborando el presupuesto para 2016 y su dimisión podría agravar la crisis política en la mayor economía de Centroamérica.
También saldrán del Gobierno el ministro de Comunicaciones, Víctor Corado, y la secretaria de planificación de la presidencia, Ekaterina Parrilla, informaron medios locales, lo que deja al ejecutivo de Pérez Molina seriamente comprometido tras las dimisiones este fin de semana de los titulares de Economía, Salud y Educación.
La comisión investigadora internacional CICIG ha señalado al mandatario como el presunto líder de una mafia aduanera, en un caso por el que fue arrestada su ex vicepresidenta Roxana Baldetti, y solicitó a la Corte Suprema un antejuicio para poder proceder en su contra.