El Pontífice dedicó su sermón a hablar de la familia y de la importancia de encontrar tiempo para la oración.
«A pesar de lo complicado que es el tiempo en la familia, con mil cosas que hacer, la oración permite encontrar la paz para las cosas necesarias, y descubrir el gozo de los dones inesperados del Señor, la belleza de la fiesta y la serenidad del trabajo», dijo Francisco.
Luego se refirió a los padres: «Resuelven todo con una ecuación que ni los grandes matemáticos sabrían resolver. Las 24 horas del día logran que sean el doble. Hay madres y padres que podrían ganar el Nobel»
El papa le rogó a los padres que le enseñaran a sus hijos a rezar, a leer la Biblia y a persignarse para que sus hogares se conviertan en lugares donde Jesús siempre sea bienvenido.