El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de visita en China, dijo este martes estar “ansioso” porque se convoque una reunión extraordinaria de Unasur para tratar la crisis fronteriza con Colombia, que el lunes fue aplazada.
“Yo estoy ansioso de que se convoque la reunión de Unasur (…) para exponer todas las pruebas que tengo de la guerra económica contra la moneda venezolana”, aseguró el mandatario desde Pekín, en declaraciones transmitidas por la televisión oficial.
“Sobran las pruebas de la guerra contra la economía venezolana, del contrabando, del paramilitarismo”, agregó el mandatario, que el sábado viajó a Vietnam y a China en busca de apoyo financiero.
Una reunión de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), en la que debía tratarse la situación humanitaria que deja más de 11.000 colombianos afectados según la ONU, había sido anunciada por Bogotá para este jueves en Quito, sede del organismo regional, pero fue aplazada la víspera.
Xavier Lasso, canciller ecuatoriano encargado, dijo que el encuentro no podía realizarse el jueves porque la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, está de gira con el presidente Nicolás Maduro por China y Vietnam.
Paralelamente, la Organización de Estados Americanos (OEA) rechazó el lunes un pedido de Colombia de convocar una cita extraordinaria.
La tensión entre Bogotá y Caracas comenzó el 19 de agosto con el cierre de algunos pasos fronterizos por Maduro tras un ataque de desconocidos a militares venezolanos, que Caracas atribuye a “paramilitares colombianos”.
Maduro sostiene que en el lucrativo contrabando en la zona limítrofe están implicados “paramilitares colombianos” que aliados con la “derecha” local buscan desestabilizar su gobierno.
Desde entonces, Venezuela ha deportado unos 1.100 colombianos, mientras que otros 10.000 han cruzado la frontera por temor a ser expulsados, ser separados de sus familiares y perder sus pertenencias.
La crisis se profundizó aún más cuando ambos países llamaron a consultas a sus embajadores el 27 de agosto.
Colombia y Venezuela comparten una porosa frontera de 2.219 km, donde las autoridades de ambos países denuncian la presencia de grupos guerrilleros, paramilitares, narcotraficantes y contrabandistas de combustible y otros productos fuertemente subsidiados por el gobierno venezolano.
AFP
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de visita en China, dijo este martes estar “ansioso” porque se convoque una reunión extraordinaria de Unasur para tratar la crisis fronteriza con Colombia, que el lunes fue aplazada.
“Yo estoy ansioso de que se convoque la reunión de Unasur (…) para exponer todas las pruebas que tengo de la guerra económica contra la moneda venezolana”, aseguró el mandatario desde Pekín, en declaraciones transmitidas por la televisión oficial.
“Sobran las pruebas de la guerra contra la economía venezolana, del contrabando, del paramilitarismo”, agregó el mandatario, que el sábado viajó a Vietnam y a China en busca de apoyo financiero.
Una reunión de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), en la que debía tratarse la situación humanitaria que deja más de 11.000 colombianos afectados según la ONU, había sido anunciada por Bogotá para este jueves en Quito, sede del organismo regional, pero fue aplazada la víspera.
Xavier Lasso, canciller ecuatoriano encargado, dijo que el encuentro no podía realizarse el jueves porque la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, está de gira con el presidente Nicolás Maduro por China y Vietnam.
Paralelamente, la Organización de Estados Americanos (OEA) rechazó el lunes un pedido de Colombia de convocar una cita extraordinaria.
La tensión entre Bogotá y Caracas comenzó el 19 de agosto con el cierre de algunos pasos fronterizos por Maduro tras un ataque de desconocidos a militares venezolanos, que Caracas atribuye a “paramilitares colombianos”.
Maduro sostiene que en el lucrativo contrabando en la zona limítrofe están implicados “paramilitares colombianos” que aliados con la “derecha” local buscan desestabilizar su gobierno.
Desde entonces, Venezuela ha deportado unos 1.100 colombianos, mientras que otros 10.000 han cruzado la frontera por temor a ser expulsados, ser separados de sus familiares y perder sus pertenencias.
La crisis se profundizó aún más cuando ambos países llamaron a consultas a sus embajadores el 27 de agosto.
Colombia y Venezuela comparten una porosa frontera de 2.219 km, donde las autoridades de ambos países denuncian la presencia de grupos guerrilleros, paramilitares, narcotraficantes y contrabandistas de combustible y otros productos fuertemente subsidiados por el gobierno venezolano.
AFP