El café, bebida aromática de amplio consumo en el país, abandonó los anaqueles desde finales de 2014 debido a su escasez, a pesar de que hace algunos años la producción nacional daba para cubrir el consumo interno y exportar. “Tengo meses que no consigo café en el supermercado”, afirmó Jesús Domínguez, consumido.
En una cola para adquirir alimentos, Domínguez dijo que lo compra a los bachaqueros en 200 bolívares el paquete de un cuarto de kilo, cuando el precio regulado es de 46 bolívares el kilo.
María Rodríguez, vendedora ambulante del cafecito colado, contó que compra el producto de las marcas Fama de América, Madrid o El Peñón, fabricado por empresas gubernamentales, en Mercal o en los Abastos Bicentenario luego de estar hasta seis horas parada en una cola. Muchas veces ella y su acompañante solo se pueden llevar un kilo porque esa es la cantidad que venden por cliente.
“Desde hace más de un año los proveedores no traen café”, aseguró un dependiente de un comercio chino de víveres que pidió no citar su nombre. Otro comerciante, que también solicitó no mencionar su nombre, indicó que hace el pedido al mayorista, pero desde hace tres meses no lo recibe. “Sabemos que el gobierno trae café de Nicaragua, sin embargo a nuestro negocio no llega ni el nacional ni el importado”, añadió.
Maritza Romero señaló que aunque no es un alimento el café no puede faltar en su casa, por lo que compra el tipo artesanal proveniente de Caripe (estado Monagas) en 500 bolívares el medio kilo. “Eso es lo que hay y lo rendimos bastante”, dijo.
Vicente Pérez, director ejecutivo de Fedeagro, informó que en Venezuela hay un déficit de explotación del grano porque los caficultores no cubren el costo de producción con los precios congelados hace tres años, la falta de insumos como los fertilizantes y la descapitalización por el impacto de la inflación.
Recordó que hace 14 años el país producía 1,6 millones de quintales (un quintal equivale a 46 kilos) de café, ahora cayó a 800.000 quintales. “El gobierno reconoce que hay un déficit en la oferta, de allí el anuncio de importar 600.000 quintales: 400.000 de Brasil y 200.000 de Nicaragua, respectivamente”, indicó Pérez.
Agregó que ese volumen debería mejorar el abastecimiento del producto a partir del presente mes, aunque advirtió que no debe competir deslealmente con la producción nacional dado que la cosecha será en octubre próximo.
Precisó que las empresas del gobierno procesan 80% del café molido y en grano y por ello Mercal y Bicentenario tienen prioridad, seguido de las cadenas de supermercados, lo cual explica la ausencia del producto en comercios medianos y pequeños.
El café, bebida aromática de amplio consumo en el país, abandonó los anaqueles desde finales de 2014 debido a su escasez, a pesar de que hace algunos años la producción nacional daba para cubrir el consumo interno y exportar. “Tengo meses que no consigo café en el supermercado”, afirmó Jesús Domínguez, consumido.
En una cola para adquirir alimentos, Domínguez dijo que lo compra a los bachaqueros en 200 bolívares el paquete de un cuarto de kilo, cuando el precio regulado es de 46 bolívares el kilo.
María Rodríguez, vendedora ambulante del cafecito colado, contó que compra el producto de las marcas Fama de América, Madrid o El Peñón, fabricado por empresas gubernamentales, en Mercal o en los Abastos Bicentenario luego de estar hasta seis horas parada en una cola. Muchas veces ella y su acompañante solo se pueden llevar un kilo porque esa es la cantidad que venden por cliente.
“Desde hace más de un año los proveedores no traen café”, aseguró un dependiente de un comercio chino de víveres que pidió no citar su nombre. Otro comerciante, que también solicitó no mencionar su nombre, indicó que hace el pedido al mayorista, pero desde hace tres meses no lo recibe. “Sabemos que el gobierno trae café de Nicaragua, sin embargo a nuestro negocio no llega ni el nacional ni el importado”, añadió.
Maritza Romero señaló que aunque no es un alimento el café no puede faltar en su casa, por lo que compra el tipo artesanal proveniente de Caripe (estado Monagas) en 500 bolívares el medio kilo. “Eso es lo que hay y lo rendimos bastante”, dijo.
Vicente Pérez, director ejecutivo de Fedeagro, informó que en Venezuela hay un déficit de explotación del grano porque los caficultores no cubren el costo de producción con los precios congelados hace tres años, la falta de insumos como los fertilizantes y la descapitalización por el impacto de la inflación.
Recordó que hace 14 años el país producía 1,6 millones de quintales (un quintal equivale a 46 kilos) de café, ahora cayó a 800.000 quintales. “El gobierno reconoce que hay un déficit en la oferta, de allí el anuncio de importar 600.000 quintales: 400.000 de Brasil y 200.000 de Nicaragua, respectivamente”, indicó Pérez.
Agregó que ese volumen debería mejorar el abastecimiento del producto a partir del presente mes, aunque advirtió que no debe competir deslealmente con la producción nacional dado que la cosecha será en octubre próximo.
Precisó que las empresas del gobierno procesan 80% del café molido y en grano y por ello Mercal y Bicentenario tienen prioridad, seguido de las cadenas de supermercados, lo cual explica la ausencia del producto en comercios medianos y pequeños.