La decisión del presidente Juan Manuel Santos de recurrir a distintas instancias internacionales para denunciar la deportación de colombianos desde Venezuela recibió el inusual respaldo de su mayor enemigo político, el exmandatario Álvaro Uribe.
Uribe calificó de “correcta” la decisión de Santos y ofreció una tregua ante lo que considera un cambio de actitud del presidente colombiano. “Creo que por el momento del país, debo ahorrar preocupaciones por todo lo que venía diciendo y haciendo el gobierno y dudas sobre el futuro”, afirmó a periodistas.
Uribe, que califica el gobierno de Nicolás Maduro de “tiranía” y ha sido muy crítico por la cercanía en el pasado entre Santos y Maduro, suavizó su postura como líder de la oposición pero afirmó que “a este país no solamente están regresando colombianos torturados por la tiranía de Venezuela sino que están viniendo muchos venezolanos a buscar refugio”.
Días atrás el senador de su partido Alfredo Rangel había pedido la dimisión de la canciller María Ángela Holguín ante lo que consideró una mala defensa de los colombianos deportados.
La noche del martes, durante una alocución televisada, Santos anunció que denunciará a Venezuela ante todos los escenarios posibles, entre ellos el secretario general de Naciones Unidas, el Alto Comisionado de Derechos Humanos, la Organización Internacional de Migraciones y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Precisamente el secretario ejecutivo de la CIDH, Emilio Álvarez Icaza, reveló que en los últimos días fueron deportadas desde Venezuela más de 1.000 personas de las cuales una de cada cuatro eran menores y expresó su preocupación por los niños separados de sus madres y la destrucción de viviendas donde residían colombianos.
“Venezuela ha dado un paso atrás en sus obligaciones internacionales y se une al conjunto de países que involucionan en materia de derechos humanos”, dijo Icaza en entrevista con la radio local Blu.
La decisión del presidente Juan Manuel Santos de recurrir a distintas instancias internacionales para denunciar la deportación de colombianos desde Venezuela recibió el inusual respaldo de su mayor enemigo político, el exmandatario Álvaro Uribe.
Uribe calificó de “correcta” la decisión de Santos y ofreció una tregua ante lo que considera un cambio de actitud del presidente colombiano. “Creo que por el momento del país, debo ahorrar preocupaciones por todo lo que venía diciendo y haciendo el gobierno y dudas sobre el futuro”, afirmó a periodistas.
Uribe, que califica el gobierno de Nicolás Maduro de “tiranía” y ha sido muy crítico por la cercanía en el pasado entre Santos y Maduro, suavizó su postura como líder de la oposición pero afirmó que “a este país no solamente están regresando colombianos torturados por la tiranía de Venezuela sino que están viniendo muchos venezolanos a buscar refugio”.
Días atrás el senador de su partido Alfredo Rangel había pedido la dimisión de la canciller María Ángela Holguín ante lo que consideró una mala defensa de los colombianos deportados.
La noche del martes, durante una alocución televisada, Santos anunció que denunciará a Venezuela ante todos los escenarios posibles, entre ellos el secretario general de Naciones Unidas, el Alto Comisionado de Derechos Humanos, la Organización Internacional de Migraciones y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Precisamente el secretario ejecutivo de la CIDH, Emilio Álvarez Icaza, reveló que en los últimos días fueron deportadas desde Venezuela más de 1.000 personas de las cuales una de cada cuatro eran menores y expresó su preocupación por los niños separados de sus madres y la destrucción de viviendas donde residían colombianos.
“Venezuela ha dado un paso atrás en sus obligaciones internacionales y se une al conjunto de países que involucionan en materia de derechos humanos”, dijo Icaza en entrevista con la radio local Blu.