El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, señaló que los problemas de Venezuela no son culpa de su país y que el conflicto fronterizo que viven ambas naciones deben ser resueltos “respetando las mínimas normas del derecho internacional”.
“Que el país vecino no nos culpe de sus propios males”, manifestó Santos en una entrevista ofrecida a la cadena estadounidense Univisión, que se emitirá el próximo domingo y de la que hoy se adelantaron unos extractos.
El jefe de estado colombiano afirmó que el problema del desabastecimiento de Venezuela “no es causado por los colombianos”, al igual que la inflación y la tasa de cambio.
Santos abogó porque el diálogo y la diplomacia primen a la hora de resolver la crisis surgida entre ambas naciones latinoamericanas.
“La guerra no está en mis opciones”, advirtió el mandatario, quien insistió que el culpable de la crisis fronteriza es el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, “que no ha respetado los derechos mínimos de cualquier ser humano” en unos procedimientos reglados por la jurisprudencia internacional.
A raíz de estos acontecimientos, el procurador general de Colombia, Alejandro Ordóñez, pidió este jueves a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) medidas cautelares para “proteger la integridad, libertad personal y garantías judiciales” de sus compatriotas expulsados o que dejaron Venezuela.
El pasado 19 de agosto, Maduro ordenó el cierre del principal paso fronterizo común, medida que precedió a la expulsión masiva de colombianos en situación ilegal, lo que suscitó una crisis en la frontera y que agudizó, de alguna manera, las “profundas diferencias” entre ambas naciones.
“Con Venezuela tenemos unas profundas diferencias en la forma de ver la democracia, la economía y la política social, pero respetando esas diferencias podemos conducir unas relaciones bilaterales y diplomáticas con responsabilidad”, afirmó Santos.
Por otra parte, interrogado sobre la posibilidad de que el papa Francisco sostenga una reunión con miembros de las FARC durante su visita en septiembre a Cuba, el mandatario sostuvo que no ha sido consultado al respecto, y que tampoco pondría objeciones.
“No me opondría si eso contribuye a que consolidemos y avancemos en el proceso de negociación. Lo que me interesa es terminar este conflicto lo más pronto posible”, puntualizó Santos.
El Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) negocian desde hace casi tres años la posibilidad de poner fin a más de cincuenta años de conflicto armado en el país, un proceso que el pasado mes de julio atravesó un momento de crisis por la escalada de violencia.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, señaló que los problemas de Venezuela no son culpa de su país y que el conflicto fronterizo que viven ambas naciones deben ser resueltos “respetando las mínimas normas del derecho internacional”.
“Que el país vecino no nos culpe de sus propios males”, manifestó Santos en una entrevista ofrecida a la cadena estadounidense Univisión, que se emitirá el próximo domingo y de la que hoy se adelantaron unos extractos.
El jefe de estado colombiano afirmó que el problema del desabastecimiento de Venezuela “no es causado por los colombianos”, al igual que la inflación y la tasa de cambio.
Santos abogó porque el diálogo y la diplomacia primen a la hora de resolver la crisis surgida entre ambas naciones latinoamericanas.
“La guerra no está en mis opciones”, advirtió el mandatario, quien insistió que el culpable de la crisis fronteriza es el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, “que no ha respetado los derechos mínimos de cualquier ser humano” en unos procedimientos reglados por la jurisprudencia internacional.
A raíz de estos acontecimientos, el procurador general de Colombia, Alejandro Ordóñez, pidió este jueves a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) medidas cautelares para “proteger la integridad, libertad personal y garantías judiciales” de sus compatriotas expulsados o que dejaron Venezuela.
El pasado 19 de agosto, Maduro ordenó el cierre del principal paso fronterizo común, medida que precedió a la expulsión masiva de colombianos en situación ilegal, lo que suscitó una crisis en la frontera y que agudizó, de alguna manera, las “profundas diferencias” entre ambas naciones.
“Con Venezuela tenemos unas profundas diferencias en la forma de ver la democracia, la economía y la política social, pero respetando esas diferencias podemos conducir unas relaciones bilaterales y diplomáticas con responsabilidad”, afirmó Santos.
Por otra parte, interrogado sobre la posibilidad de que el papa Francisco sostenga una reunión con miembros de las FARC durante su visita en septiembre a Cuba, el mandatario sostuvo que no ha sido consultado al respecto, y que tampoco pondría objeciones.
“No me opondría si eso contribuye a que consolidemos y avancemos en el proceso de negociación. Lo que me interesa es terminar este conflicto lo más pronto posible”, puntualizó Santos.
El Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) negocian desde hace casi tres años la posibilidad de poner fin a más de cincuenta años de conflicto armado en el país, un proceso que el pasado mes de julio atravesó un momento de crisis por la escalada de violencia.