Este jueves Otto Pérez Molina dejó de ser presidente después de que el Congreso aceptó la renuncia que presentó para enfrentar a la Justicia
El expresidente de Guatemala Otto Pérez Molina negó este viernes en su primera declaración ante el juez Miguel Ángel Gálvez ser miembro de la red de defraudación aduanera conocida como “la Línea”, caso que le obligó a dimitir del cargo.
A juicio del exmandatario “hay mala intención” al quererlo involucrar en la red, y recordó que la decisión de investigar el caso fue el resultado de una reunión que él mantuvo con el titular de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), el jurista colombiano Iván Velásquez.
Pérez Molina, quien este jueves dejó de ser presidente de Guatemala después de que el Congreso aceptó la renuncia que presentó para enfrentar a la Justicia, reconoció que es “importante” que se haya descubierto la red y felicitó al Ministerio Público por el trabajo de encontrar y capturar a sus miembros.
El exmandatario dijo que los señalamientos de la Fiscalía en su contra “son inconsistentes”, porque los papeles mostrados por el organismo judicial no tienen firmas.
El general retirado afirmó además que son “especulaciones” del Ministerio Público (Fiscalía) la versión según la cual él y su exvicepresidenta Roxana Baldetti, quien renunció al cargo en mayo pasado y permanece en prisión preventiva, se hayan repartido el 50 % de los sobornos cobrados por la red de corrupción.
Según las investigaciones de la Fiscalía y de la Cicig, un organismo de la ONU, la red “La Línea” habría obtenido 28.556.000 quetzales (3,70 millones de dólares) entre mayo de 2014 y abril de 2015.
Pérez Molina fue imputado el jueves por la Fiscalía de los delitos de cohecho pasivo, asociación ilícita y caso especial de defraudación aduanera.
El ex jefe de Estado pasó su primera noche en prisión provisional, una medida dictada el jueves por el juez Gálvez para garantizar la continuidad de la audiencia y resguarda la vida de Pérez Molina, explicó el magistrado.
Vía EFE