Una investigación foránea e independiente sobre los 43 estudiantes desaparecidos en el sur de México desplomó este domingo la versión oficial, según la cual los jóvenes fueron incinerados en un basurero, en un caso que despierta la indignación internacional y pone en entredicho al gobierno.
«No existe ninguna evidencia que apoye la hipótesis generada en base a testimonios, de que 43 cuerpos fueron cremados en el basurero municipal de Cocula», por lo que se debe continuar buscando a los estudiantes, indica el último informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), formado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y que llegó a México hace seis meses.
En sus cerca de 500 páginas, la pesquisa independiente critica la inacción de las fuerzas federales que presenciaron los ataques y pone sobre la mesa un «elemento clave» que no ha sido considerado por la fiscalía: un autobús que pudo transportar droga al momento del ataque.
Estos cabos sueltos ponen en jaque al gobierno de Enrique Peña Nieto, cuya popularidad se ha ido a pique a raíz de este crimen que sigue despertando indignación en las organizaciones internacionales.
AFP