El alguacil del condado de Walker, Steve Wilson, dijo que los abuelos del niño lo estaban cuidando el sábado mientras la madre, quien trabaja en el turno nocturno, dormía en casa.
Según Wilson, los abuelos llevaron al bebé a la iglesia en Chickamauga, junto a otra de sus hijas adultas y otro nieto, pero cuando regresaron a casa, Wilson dijo que lo olvidaron en el auto.
Eso fue más o menos a las 3 p.m., cuando el sofocante calor del noroeste de Georgia llegó a los 32 grados. En esas condiciones, Wilson dijo que «la temperatura en un vehículo cerrado puede alcanzar temperaturas de hasta 55 a 77 grados en tan solo 15 minutos».
Fue solo cuando la madre del niño se despertó y preguntó dónde estaba su hijo «que los abuelos se dieron cuenta de que el niño seguía dentro», según Wilson.
A pesar de los intentos de la madre y de los rescatistas por revivir al niño con RCP, él fue declarado muerto en el hospital.
No se han presentado cargos, pero la muerte está siendo investigada por la oficina del alguacil del condado de Walker, según Wilson.
El bebé fue el decimonoveno niño que murió en Estados Unidos en 2015 debido a que lo dejaron dentro de un auto, según el Departamento de Meteorología y Climatología en la Universidad Estatal de San José en California.
Este tema recibió una atención generalizada en 2014 luego de que un padre de Georgia pasara todo un día en su oficina mientras su hijo de casi dos años de edad permanecía sentado en su silla dentro del auto. Justin Ross Harris se ha declarado inocente en los cargos de asesinato por la muerte de Cooper Harris, de 22 meses de edad.