El novedoso sistema biométrico presentado por el Gobierno como la solución para combatir el bachaqueo y el acaparamiento de productos básicos resultó no ser tan efectivo, pues a medida que las captahuellas son instaladas en los comercios privados se multiplican las denuncias por la usurpación de identidad de los compradores. Así lo confirmó el presidente de la Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores (Anauco), Roberto León Parilli.
El vocero gremial señaló que “los caminos verdes” son una consecuencia inevitable de los controles impuestos por las autoridades que ocasionaron una profunda distorsión en la oferta y demanda de alimentos y medicinas.
Explicó que todo mecanismo de seguridad será vulnerable, mientras existan grandes beneficios que obtener a costa de los subsidios.
“Ya lo vimos con los famosos raspa cupos que viajaban con varias tarjetas al exterior para obtener dólares a precio oficial para luego venderlos en el mercado negro y toda las consecuencias negativas que tuvo ese fenómeno.
Es el mismo estímulo que tienen los bachaqueros para encontrar la forma de obtener los artículos que son subsidiados y luego revenderlos hasta 10 veces más de lo que cuestan”, subrayó Parilli.
Las captahuellas fueron instaladas en un primer momento en la red de comercios públicos (Pdval, Mercal y Bicentenario), no obstante, luego se ordenó a las cadenas privadas de supermercados y farmacias implementar dicho sistema interconectado, para lo cual tenían hasta este 1° de septiembre.
Usuario bloqueado
Mariela Pérez, de 58 años de edad, acudió el pasado lunes en busca de sus medicinas al Locatel ubicado en el centro comercial Galerías El Paraíso, al oeste de Caracas. Pese a que el terminal de su cédula cumplía con las condiciones para la venta, el mensaje que mostró la máquina captahuella fue otro: “usuario bloqueado”.
“La cajera me dijo que ya mi cupo estaba copado, que ya yo había comprado y por eso el sistema no la dejó pasar los productos”, aseveró.
González apuntó que por varios minutos discutió con los empleados del establecimiento explicándoles que no había adquirido ningún artículo antes, pero al final tuvo que regresar a su casa con las manos vacías.
Para el presidente de Anauco, esta situación se volverá cada vez más común hasta tanto no se eliminen las restricciones. “Lo que sucede es que hay una epidemia nefasta de gente que siempre que tengan la oportunidad de sacarle provecho a algo, van a buscar la forma (…) La solución es levantar los controles”, dijo.