LA PAZ, Bolivia. El presidente Evo Morales explicó que su patrimonio personal se incrementó en 100.000 dólares por los ponchos tejidos que le regalan alcaldes y simpatizantes en sus apariciones públicas.
«Qué culpa tengo si el pueblo me regala. El patrimonio seguirá creciendo. Calculo que estos ponchos tejidos deben costar como 200 dólares (cada uno) porque son artesanales», dijo el viernes en un discurso en el poblado rural quechua de Ckochas, a 420 kilómetros al sur de La Paz, donde inauguró una escuela.
Su comentario salió al cruce de la polémica generada en torno al crecimiento de su patrimonio. «En casa debo tener unos 500 ponchos tejidos», acotó.
En la región andina los indígenas calculan su escaso patrimonio por el número de animales de pastoreo, su parcela de tierra y los coloridos tejidos de lana de alpaca que ellos mismos confeccionan.
Antes de asumir el cargo en enero de 2006 Morales declaró a la Contraloría General un patrimonio neto de unos 240.000 dólares. En octubre declaró un patrimonio equivalente a 389.000 dólares, según informes de esa institución.
También declaró un salario anual de unos 28.000 dólares. Se trata de declaraciones juradas que todos los funcionarios públicos realizan anualmente pero que la Contraloría no investiga.
«Un diario publicó que el presidente ha triplicado su patrimonio. Yo, leyendo la nota, quedo sorprendida sobre el patrimonio que tiene el presidente que sigue siendo muy escaso respecto al patrimonio que tienen otros presidentes de América Latina», dijo días atrás la ministra de Comunicación Amanda Dávila.
Según la funcionaria, los bienes de Morales son una casa en la ciudad de Cochabamba, en el centro del país, un terreno de labranza y llamas en la propiedad colectiva de sus padres ya fallecidos en la región altiplánica. Pero el mandatario ya poseía todo eso cuando asumió el gobierno.
La portavoz no detalló las nuevas propiedades y no es información pública en los registros de la Contraloría.
AP