El expresidente del Gobierno español Felipe González afirmó hoy que «Venezuela se ha convertido en una dictadura de facto» con la sentencia al líder opositor Leopoldo López, a quien consideró un «preso político de (Nicolás) Maduro».
«Ni dentro ni fuera de Venezuela, nadie puede llamarse a engaño. Venezuela se ha convertido en una dictadura de facto. El Presidente decide por el Parlamento y por la Justicia», señala González en una declaración con motivo de la sentencia.
López fue condenado el jueves a casi 14 años de cárcel por los delitos de instigación pública, asociación para delinquir, daños a la propiedad e incendio atribuidos al dirigente por los hechos violentos al final de una marcha convocada, entre otros por él, el 12 de febrero de 2014.
«Leopoldo López ha sido condenado por Nicolás Maduro, como todos los demás presos políticos de Venezuela», afirma Felipe González en la declaración, en la que agrega que al líder opositor venezolano, «como a los demás condenados, le atribuyen los actos de violencia y las muertes que son responsabilidad del Gobierno».
El líder socialista español asegura que «sin haber cometido ningún delito, sin ninguna prueba en su contra y sin ninguna garantía en el procedimiento seguido, el Régimen ha decidido una condena por razones políticas» contra López, a quien califica de «rehén político de la República Bolivariana».
Con esta condena, añade, «se consuma el proceso de destrucción de libertades democráticas emprendido por el Régimen».
González señala que «sólo unas elecciones, el 6 de diciembre, con garantías serias, pueden devolver la esperanza a los ciudadanos que viven en la escasez, la inseguridad y la violación de sus más elementales derechos».
El exjefe del Gobierno español trató en junio pasado de brindar respaldo a los opositores presos en Venezuela y servir de asesor en la defensa de algunos de ellos, pero las autoridades venezolanas no le concedieron los permisos para ello.
Tras una visita de 48 horas al país, González dijo entonces estar «seriamente preocupado y triste» por Venezuela, «un país en proceso de destrucción», y responsabilizó al presidente Maduro de la «catástrofe» en términos de seguridad, de crisis social y económica y de libertades básicas. EFE