Si Leopoldo López, con 19 meses de prisión injusta a cuestas, y condenado ahora a casi 14 años de cárcel, no tiene duda alguna y señala que la victoria del 6D es la llave para abrir las celdas de los presos, para iniciar la construcción de soluciones a la crisis y para promover el cambio político que haga que esas soluciones sean sostenibles en el tiempo, los demás no tenemos derecho a dudar
Condenar a pena máxima a un procesado al que no le pudieron probar nada en 19 meses de juicio amañado, es una grosería. Que el mismo sistema judicial que, por llamar a la lucha no violenta, condenó a Leopoldo López a casi 14 años de cárcel, haya “condenado” al asesino de Mónica Spear a cuatro años de prisión, es una ofensa. “No queremos más violencia”, gritaban cínicamente los criminales que golpearon a Horacio Blanco el pasado jueves 10 frente al “Palacio de Justicia” hasta provocarle un infarto fatal, mostrando claramente al país y al mundo hasta donde puede llegar el “doble lenguaje” del fascismo tropical.
Buscan dividir, desmovilizar
y desmoralizar
El asunto no es, por supuesto, “asombrarse” de lo que puede hacer el desgobierno. Su capacidad es infinita, cuando de hacer daño se trata. El asunto es encontrar respuesta a la pregunta: ¿Por qué hacen lo que hacen? ¿Qué quieren lograr?¿Que efecto buscan?
La respuesta es evidente: Buscan dividir, desmovilizar y desmoralizar. El poder corrupto, con la decisión ilegal, inmoral, cobarde e injusta contra Leopoldo López, buscaba crear fisuras en la dirigencia democrática. Suponían los canallas que, ante la condena, habría sectores opositores más “radicales” que otros en el rechazo a la sentencia, creían los cobardes que el dolor y la justa rabia empujaría a sectores opositores a incurrir en conductas violentas que rompieran la unidad y fracturaran la estrategia común pacífica, electoral, constitucional.
Transformar malestar
social en voto castigo
SE EQUIVOCARON. Ante la condena, la Unidad reaccionó cohesionada, coherente, firme. Al lado de Lilian estuvo siempre toda la Unidad, apoyando, respaldando, coincidiendo. Y al revés: Como parte de la Unidad que es, el mismo Leopoldo López (primero a través de las palabras de Lilian en la Plaza Bolívar de Chacao la noche del jueves 10, y luego a través de la carta leída el viernes 11 en la Plaza José Martí) no ha dejado duda sobre su respaldo claro y firme a la estrategia unitaria de lucha no violenta, de activismo social orientado a transformar el descontento económico y el malestar social en VOTO CASTIGO que abra las puertas a la solución de la crisis y el cambio político. ¿Así o más claro, Nicolás?
Pero así como el régimen fracasó en su intento de dividir la Unidad opositora, tampoco tuvieron éxito en el intento de desmoralizar a la población hambrienta de cambio. Por el contrario: Tras el gesto grotesco de dar pena máxima a alguien que precisamente a lo largo del juicio probó reiteradamente su inocencia, ha quedado absolutamente claro ante el país que la única manera de rescatar a Leopoldo y a los otros 78 presos políticos de la cárcel, la única manera de lograr el retorno de los exiliados y el cese de los juicios írritos contra casi 3000 jóvenes y estudiantes venezolanos, es logrando que el 6D una muy amplia victoria democrática y popular consolide una mayoría en la nueva Asamblea Nacional para aprobar allí la aprobación de una Ley Orgánica de Amnistía y Reconciliación. Si antes de la sentencia la decisión de VOTO CASTIGO del venezolano era muy grande, ahora es inmensa.
Fascistas provocaron la
muerte de Horacio Blanco
Por último, los canallas buscaban también desmovilizar mediante el miedo al activismo democrático. Eso era lo que perseguía la emboscada del jueves 10 en horas del mediodía. Como los “fasci di combatimento” de Mussolini, como los “Tonton Macoutes” de Duvalier, como los “batallones de la dignidad” de Noriega y las “turbas divinas” sandinistas, el jueves 10 los muy menguados grupos terroristas del Diosdado-Madurismo salieron a la calle, sudando odio, sedientos de sangre. Causaron la muerte a Horacio Blanco, un hijo del pueblo, activista de Voluntad Popular y de la Unidad Democrática, habitante de Catia, concretamente de la popular barriada de ProPatria. Hirieron a muchos más. En alguna oficina de las cercanías, con aire acondicionado y rodeado de espalderos, algún burócrata cobarde seguramente sonreía mientras recibía los reportes de la infamia…
No habrá impunidad para
el Diosdado-Madurismo
Pero la respuesta que recibieron los aplastó: A pesar de que los activistas democráticos eran mucho más numerosos, recibieron la instrucción de retirarse pacíficamente, ordenadamente, sin responder a la violencia con violencia, sin replicar la agresión con otra agresión, exhibiendo el coraje cívico de quienes militan en la No Violencia Activa. Fue así, CON HECHOS, CON SANGRE, como los demócratas venezolanos probamos ante el país y ante el mundo nuestro compromiso total con la lucha pacífica y democrática, y mostramos una vez mas como la secta Diosdado-Madurista utiliza la violencia “legal” e ilegal para mantenerse aferrada al poder. El fascismo tropical creyó que con palos, cuchillos, piedras y “manoplas”, resguardados por los fusiles y escudos de los cuerpos de seguridad del Estado, podían considerar una “victoria” la golpiza que dieron a embarazadas, ancianos, hombres y mujeres que clamaban por justicia. En realidad, recibieron una aplastante derrota, política y moral.
Seguramente después dirán, como Vielma Mora sobre los desalojos en el Táchira, que “esas fotos le hacen daño al gobierno”. Lo que hace daño no es “fotografiar” al fascismo. El daño lo causa el fascismo mismo. En un mundo interconectado, en el que todo el mundo porta un teléfono con cámara, el Diosdado-Madurismo jamás gozará de la impunidad de dictaduras anteriores…
Todos juntos, unidos de verdad
La perspectiva del futuro inmediato es clara para el pueblo democrático venezolano, tanto para los que siempre nos hemos opuesto al proyecto totalitario como para quienes desde tiempos más recientes rechazan este régimen tóxico: Si Leopoldo López, con 19 meses de prisión injusta a cuestas, y condenado ahora a casi 14 años de cárcel, no tiene duda alguna y señala que la victoria del 6 de Diciembre es la llave para abrir las celdas de los presos, para iniciar la construcción de soluciones a la crisis y para promover el cambio político que haga que esas soluciones sean sostenibles en el tiempo, los demás no tenemos derecho a dudar: ¡Hay que votar, ganar, cobrar, defender y ejercer la victoria del pueblo democrático!
En esa misma dirección se orientan los afanes y las luchas de Henrique Capriles y Antonio Ledezma, de Daniel Ceballos y Henry Ramos Allup, del exiliado Manuel Rosales, del obrero Andrés Velásquez, de Laidy Gómez luchando allá en el Táchira bajo Estado de Sitio, o de Liborio Guarulla en la otra punta del país, ejerciendo la verdadera resistencia indígena. En esa misma actitud y conducta estamos todos. TODOS JUNTOS, UNIDOS DE VERDAD. Ya no para “defendernos”, como en el pasado, sino para cambiar el presente y construir el futuro. ¡Palante!
Radar de los Barrios
Jesús Chúo Torrealba *
* Secretario de la Mesa de Unidad Democrática