Al cumplirse cuatro décadas de su coronación como la mujer más bella de Venezuela, hoy La Voz le rinde un sencillo tributo a la despampanante Maritza Pineda rememorando la edición 1975 del magno evento de la belleza, el cual estuvo plagado de bellas participantes y escandalosos sucesos
Maritza Pineda Montoya representó al estado Nueva Esparta en la edición 1975 de Miss Venezuela en el recién inaugurado Poliedro de Caracas el 9 de mayo.
Era una espigada joven de 1.76 de estatura, con medidas de 90-60-90 y 18 años de edad. Fue la pupila de Osmel Sousa, quien le encasquetó los famosos zarcillos rosados y creó para ella un imponente vestido color salmón, con amplia falda en plumas-se dice que copia de un diseño de la firma Valentino-el cual la hizo marcar distancia y diferencia entre el resto de las bellas aspirantes a la corona de ese año.
Su cuadro final quedó conformado por María Conchita Alonso Bustillos (Distrito Federal), María del Carmen Yamel Díaz Rodríguez (Carabobo) 2ª finalista; Helena Merlin Scher (Barinas), 3ª finalista y Virginia Sipl Raucher (Amazonas), 4ª finalista.
Dos misses extranjeras
representando a Venezuela
La edición 1975 se vio envuelta en un escándalo cuando se descubrió el lugar de nacimiento de las dos nuevas reinas: Bogotá (Colombia), la nueva soberana y Cienfuegos (Cuba), la Primera Finalista. Maritza, con papeles en mano, aceptó que había nacido en la hermana república, pero a los 3 años la trajeron a Venezuela. Declaró: «Soy tan venezolana como la hallaca».
La bella Maritza Pineda no tenía reparo alguno en usar bikinis y mostrar sus espigadas piernas en traje de baño, ella tenía atributos suficientes y sobrada actitud para posar de esa forma sexy y hasta irreverente para la época. Ella fue la primera reina que se dejó tocar por un cirujano y así arregló un detalle en su nariz, aunque ella asegura que fue por un accidente jugando voleibol que tuvo que someterse a un arreglo en su tabique.
Maritza fue a Miss Universo y no clasificó y posteriormente creó una Agencia de Modelos, la cual se hizo muy reconocida en la década de los 80. Su estampa, simpatía y esa elegancia nata que la caracterizó en su etapa de miss, la sigue manteniendo hoy en día. Una reina con todas sus letras, que le dio a la historia del concurso, no solo escándalos, si no también mucha distinción, con un toque chic e irreverente. ¡Salve Reina!
Diego Kapeky
Twitter: @diegokapeky