El drama escenificado en Caracas «Desde allá», del director venezolano Lorenzo Vigas, ganó el sábado el León de Oro a la mejor película, el máximo galardón del Festival de Cine de Venecia, en el que los cineastas de América Latina y Estados Unidos superaron a sus afamados colegas europeos en la obtención de los principales premios.
El Premio del Gran Jurado, el segundo más importante del festival, fue para la ingeniosa cinta estadounidense de personajes animados «Anomalisa», de Charlie Kaufman y Duke Johnson.
La película de suspenso «El Clan», de Pablo Trapero, que trata sobre la delincuencia en vivo en Argentina y que ha roto marcas de taquilla en ese país sudamericano, se llevó el León de Plata al mejor director.
«Desde allá» (From Afar, en inglés) trata de la relación inesperada entre un hombre de clase media y de mediana edad con un joven de la calle en medio de la violencia. De una manera discreta pero impactante, la cinta traza un mapa de las corrientes de sexo, dinero y violencia bajo la superficie de la sociedad venezolana.
Lorenzo Vigas dedicó el premio a su país, que atraviesa un periodo de agitación política y económica.
Vigas señaló que en Venezuela tienen problemas pero son muy optimistas y una nación asombrosa.
El cineasta afirmó que las películas podrían ayudar a America Latina a que aprenda del pasado.
Un jurado encabezado por el director mexicano Alfonso Cuarón escogió a los ganadores de entre 21 películas que compitieron en el 72o festival anual, en una edición en la que la guerra, la delincuencia y otros males del mundo dominaron la pantalla.
Cuarón se dijo muy contento de que la cinematografía latinoamericana ganara el León de Oro por primera vez. Sin embargo, señaló que fue una coincidencia de que eso sucediera cuando un mexicano estuvo al frente del jurado.
Los auditorios vieron soldados niños africanos reclutados en una brutal guerra civil en la cinta «Beasts of No Nation», de Cary Fukunaga; civiles afganos atrapados entre las fuerzas del Talibán y efectivos daneses en «A War» de Tobias Lindholm, y unos hermanos turcos en medio de un agravamiento de la violencia política en «Frenzy» de Emin Alper.
La película de Alper ganó el premio especial del jurado en el festival.
El director Jonathan Demme, presidente del jurado en la competición Horizontes del festival para talentos emergentes, dijo que muchas de las cintas fueron «vistazos horribles a lo difícil que es mantenerse vivo en el mundo actual».
El principal premio Horizontes fue para «Free In Deed», un drama sobre una sanación mediante la fe que sale mal. La cinta la dirigió el estadounidense Jake Mahaffy.
Varias películas competidoras europeas de alto nivel no fueron consideradas para los premios como la exuberante fábula de vampiros «Blood of My Blood» del cineasta italiano Marco Bellocchio y «Francofonía», una meditación sobre la historia del arte, que dirigió el ruso Aleksandr Sokurov.
La italiana Valeria Golino se llevó el trofeo a la mejor actriz por interpretar a una napolitana en el drama familiar «For Your Love», del cineasta Giuseppe Gaudino. Ella recibió el mismo premio en 1986 por «Una historia de amor».
El francés Fabrice Luchini se llevó el galardón al mejor actor por su papel como juez tratando de reavivar un romance mientras preside un juicio por asesinato en la cinta de Christian Vicente «L’Hermine».
El festival de cine más antiguo del mundo concluyó el sábado después de 11 días en la ciudad italiana cruzada por canales, a donde asistieron estrellas como Jake Gyllenhaal, Kristen Stewart, Tilda Swinton y Johnny Depp.
El certamen también identificó a algunos posibles primeros contendientes al premio Oscar, entre ellos a Depp por su interpretación del mafioso Whitey Bulger en «Black Mass» y a Eddie Redmayne como un artista transexual en «The Danish Girl».