El acelerado avance de la inflación en el país -se prevé que cierre 2015 alrededor de 200%- genera fuerte presión en el poder adquisitivo de la población, pero también en la dinámica del cono monetario -conjunto de monedas y billetes que circulan en la economía-, el cual actualmente luce insuficiente por los altos precios de los productos y servicios.
La firma Ecoanalítica en su agenda semanal, expuso que revisó la conformación de la también llamada escala monetaria, encontrando que los medios de pago que circulan en el país “se quedaron cortos” , por lo que hizo “un llamado a que el Banco Central de Venezuela (BCV) optimice el uso de billetes y monedas”.
El director de la consultora, Asdrúbal Oliveros, explicó que “el tema de fondo (con los billetes) no es el contrabando o el bachaqueo, sino la alta inflación“, debido a las denuncias de escasez de papel moneda.
Explicó que “si no se reduce la inflación, en cierto tiempo, se tendrán que emitir nuevos billetes”.
Atendiendo esta necesidad, la consultora diseñó lo que considera una “estructura óptima del cono monetario“, que pasa por sacar de circulación algunas monedas y billetes y darle entrada a nuevas denominaciones, es el caso del papel moneda, donde consideran que el de menor valor debería ser de Bs 50, mientras el de mayor de hasta Bs 2 mil 500.
La escala monetaria de Ecoanalítica busca equiparar el poder de compra del cono monetario de 2008.
Es así como en el caso de los billetes tendrían que desaparecer los papeles de Bs 2, Bs 5, Bs 10 y Bs 20, e introducir los de Bs 200, Bs 500, Bs 1.000 y Bs 2 mil 500; al tiempo que se mantienen los de Bs 50 y Bs 100. En la monedas entrarían las de Bs 2,5; Bs 5; Bs 10 y Bs 25.
Distorsión
En el informe, la firma precisa que “la idea no es que se dé una expansión de la oferta monetaria a través de nuevos billetes, sino que se reestructuren con denominaciones que permitan mantener el poder adquisitivo que antes solían tener”.
Oliveros aporta que ante el repunte inflacionario “los anuncios de billetes nuevos de Bs 500 y Bs 1.000 son insuficientes.” Es decir, los papeles de menor valor no bastan para pagar productos económicos, por ejemplo un café oscila entre Bs 50 y Bs 90.
Recientemente trascendió que el BCV preparó un plan especial de importación de billetes y llamó a una licitación de empresas que imprimen papel moneda.
Incluso las distorsiones han ocasionado que la actividad del contrabando alcance a los billetes. En la frontera con Colombia se llega a comprar un papel de Bs 100 en efectivo, a cambio de transferencia entre Bs 120 y Bs 140.
Atendiendo estos problemas, el vicepresidente de la comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, Ramón Lobo (Psuv) no aludió al avance inflacionario y la mayor demanda de billetes, sino que consideró que “es necesario que el gobierno colombiano revise la resolución Número 8 -que permite a las casas de cambio fijar el precio del bolívar frente al dólar- y no se preste al juego de la guerra económica, cuyo objetivo es crear un diferencial amplio y tratar de sacar el billete de alta denominación de la economía venezolana para que el BCV imprima cada vez más”.
Fuente: El Tiempo