Lo que hoy se palpa en las calles y en las encuestas revela que el triunfo democrático del próximo 6D no lo para nadie. Pero aun queda por definir el tamaño de nuestra ventaja. Y esto es fundamental: Si ganamos con mayoría simple, podremos hacer algunos cambios importantes. Pero si ganamos con mayoria calificada podremos hacer los cambios profundos que el país espera y reclama
Ayer sábado 19 toda Venezuela se movilizó, en paz y en Unidad. Respondiendo a la convocatoria hecha por la Unidad Democrática a través de todos sus voceros (desde Leopoldo López hasta Julio Borges, desde Mitzy de Ledezma hasta Henry Ramos, desde Lilian Tintori hasta Andrés Velásquez, por todo el país, de punta a punta, desde Táchira con Laydi Gómez hasta Margarita con Alfredo Díaz), los venezolanos tomamos la calle para dejar evidencia clara de una verdad inmensa: Maduro odia… ¡Pero Venezuela Quiere!
No habrá pueblo vencido
Inicié las palabras que me tocó pronunciar para cerrar la concentración de Caracas con un mensaje a ese sector del pueblo que alguna vez fue oficialista, y que ahora, en vez de estar en las “patrullas” o en las “UBCH” buscando votos para los candidatos de Maduro, están en las colas buscando comida, o buscando medicinas en las farmacias vacías, o haciendo cola en frente a la puerta de la emergencia de un hospital destartalado y sin insumos, o haciendo cola frente a la morgue, llorando la pérdida de un ser querido a manos del hampa. A ese sector del pueblo, hermano nuestro, compatriota nuestro, le decimos: ¡Aquí no habrá pueblo vencido! ¡Aquí todos ganaremos! ¡Ustedes fueron estafados por la misma cúpula corrupta que nos agrede a todos! ¡Aquí los únicos que perderán son los sinvergüenzas que usan la palabra “revolución” para llenarse los bolsillos y condenarnos a todos a la miseria. El triunfo de la Unidad será el triunfo de todo el pueblo. ¡Anótenlo: Va una!
Una Fuerza Armada
para toda Venezuela
Nuestro segundo mensaje en ese mediodía caraqueño lleno de pueblo fue para los soldados y oficiales de nuestra Fuerza Armada Nacional. Y fue un mensaje de respeto, de afecto, de solidaridad, para decirles que en la Unidad Democrática estamos conscientes de la inmensa importancia que tiene, para cambiar el presente y construir un mejor futuro, una Fuerza Armada Nacional profesional ceñida estrictamente a la letra de la Constitución Nacional, que en su artículo 328 reza: “La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional, de acuerdo con esta Constitución y con la ley. En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna. Sus pilares fundamentales son la disciplina, la obediencia y la subordinación. La Fuerza Armada Nacional está integrada por el Ejército, la Armada, la Aviación y la Guardia Nacional, que funcionan de manera integral dentro del marco de su competencia para el cumplimiento de su misión, con un régimen de seguridad social integral propio, según lo establezca su respectiva ley orgánica”… A todos nuestros soldados y oficiales les enviamos un mensaje claro: En Venezuela viene un cambio que será positivo para todos, y que en particular para la Fuerza Armada Nacional como Institución significará el restablecimiento del principio “D.O.S.” (disciplina, obediencia y subordinación) y que para la la Familia Militar significara la creación y puesta en marcha de un régimen de seguridad social integral propio, promesa de la Asamblea Nacional Constituyente que lleva 17 años de aplazamiento e incumplimiento.
Nuestros jóvenes,
la Venezuela del
primer mundo
Nuestro tercer mensaje fue a la juventud venezolana. A esos jóvenes que hoy consideran que la salida a los problemas del país es el Aeropuerto de Maiquetía, y también a esos jóvenes que no se pueden ir por Maiquetía y terminan por los vericuetos de la violencia, yéndose no del país sino de este mundo por las puertas del cementerio, víctimas del hampa impune. A todos ellos les decimos: ¡Quédense! ¡Este país es de ustedes! ¡Entendemos su deseo de vivir y progresar en un país del Primer Mundo, pero ustedes pueden y deben ser los protagonistas de la inmensa aventura que significa construir en este maravilloso escenario natural que es Venezuela una economía abierta, productiva, que brinde amplias oportunidades a todo aquel que tenga la determinación de avanzar con estudio y trabajo; La juventud venezolana puede y debe ser quien venza el desafío de construir, sobre los escombros del populismo, una sociedad realmente inclusiva y solidaria, donde el poder no le de migajas a los pobres, sino donde no haya pobres, porque la inmensa mayoría pertenezca a una amplia, poderosa y progresista clase media; ¡Los jóvenes de mi país, esos muchachos que hoy tienen 20, 21, 22 años o un poco mas, dentro de 15 años ni siquiera habrán llegado a los 40, y serán sin duda alguna el liderazgo político de la nueva Venezuela, de esa Venezuela del Primer Mundo cuya construcción se retoma con la victoria del pueblo democrático el próximo 6D!
El tamaño sí importa…
Nuestro cuarto mensaje fue para el pueblo democrático venezolano, y fue para no dormirse en los laureles de la posibilidad de victoria, a no dar por descontado nada, a no contar los pollos antes de nacer. Ciertamente, lo que hoy se palpa en las calles y en las encuestas revela que el triunfo democrático del próximo 6D no lo para nadie. Pero aun queda por definir el tamaño de nuestra ventaja. Y esto es fundamental: Si ganamos con mayoría simple (es decir, la mitad más uno de los diputados) podremos hacer algunos cambios importantes. Pero si ganamos con mayoria calificada podremos hacer los cambios profundos que el país espera y reclama, para desmantelar el andamiaje de leyes comunistas que arruinaron la economía y que sumieron a Venezuela en la escasez, las colas y el hambre.
La marejada libertaria
Nuestro último mensaje de ayer fue para nuestros hermanos presos políticos: Para Leopoldo López, en su reclusión solitaria; para Antonio Ledezma, en su aislamiento que sigue siendo cárcel. A los otros 80 presos políticos, a los exiliados, a los estudiantes y jóvenes sometidos a juicios infames por ejercer su constitucional derecho a protestar, a todos ellos les decimos: ¡Reciban nuestro cariño, admiración y respeto, y sepan que estamos construyendo la marejada de gente, el tsunami electoral que derribará los muros y rejas que los separan de sus familias, de su pueblo! ¡Venezuela Quiere Cambio y Unidad! ¡Palante!
Radar de los Barrios
Jesús Chúo Torrealba *
* Secretario de la Mesa de Unidad Democrática