La única opción de los sirios es huir de su país, denunció hoy la comisión de investigación de Naciones Unidas sobre el conflicto en Siria.
“Siria ha sido destruida delante de nuestros ojos. La nación ha colapsado en el campo de batalla más caótico y mortífero del mundo. Los lazos que mantenían unida a la nación se han desintegrado”, señaló el presidente de la comisión, Paulo Sergio Piñeiro, ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
“Los sirios describen un país irreconocible. La vida como la construyeron y la conocían se ha desmoronado y su única opción es huir”, agregó Piñeiro.
La comisión de investigación presentó hoy ante el plenario del Consejo, reunido en su trigésima sesión, su último informe sobre Siria, que relata una vez más las atrocidades, vejaciones y múltiples violaciones a los derechos humanos que se cometen diariamente en ese país.
“El profundo sufrimiento humano, que hemos visto durante años en los hospitales sirios y en los campos de refugiados de los países vecinos, está grabado en las demacradas caras de los refugiados apiñados en las estaciones de trenes y en los descampados tras las alambradas en las fronteras de Schengen”.
“Esto es la consecuencia del fracaso de lograr la paz en Siria”, enfatizó Piñeiro.
El presidente de la comisión dejó claro que la única solución para una crisis de refugiados que se ha convertido en mundial es la resolución pacífica del conflicto bélico.
“La crisis de refugiados -que ha existido durante años en Turquía, Líbano, Jordania e Irak- es consecuencia del conflicto sirio. Las dos están totalmente ligadas. Es imposible resolver una sin la otra”, insistió ante el pleno del Consejo.
“El éxodo sirio se basa en el hecho de que los civiles son las primeras víctimas de los ataques de los beligerantes”.
Es por todo ello que la comisión insistió en que la única vía es resolver el conflicto, y por eso instó a los miembros de Naciones Unidas a actuar inmediatamente.
Piñeiro reiteró que es su responsabilidad construir el momento necesario para “atraer a los contrincantes a la mesa de negociación. Esto es especialmente necesario en el caso de los países con influencia”.
En este sentido, alabó el anuncio de que Estados Unidos y Rusia intentarán negociar una manera de atenuar el conflicto.
Dicho esto, Piñeiro volvió a arremeter contra los países -sin citarlos- que transfieren dinero y armas a las partes beligerantes.
“Los países que entregan armas tiene obligaciones morales y legales. La responsabilidad por los crímenes cometidos con dichas armas recae no sólo en los que la portaban sino en las que se las dieron, sean éstos actores estatales o no estatales”.
Además, Piñeiro definió “la ilusión de un victoria militar” como “grotesca”.
“Los estados no pueden continuar afirmando que apoyan una solución negociada mientras arman a los beligerantes, no cumplen con los servicios humanitarios, y se sorprenden de que la crisis de refugiados se extienda. Los intereses nacionales o regionales necesitan quedar de lado. Las víctimas sirias lo merecen”, concluyó. EFE