El secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, calificó hoy como un «gesto humanitario importante» el hecho de que el Gobierno de Venezuela haya aceptado el retorno de los ciudadanos colombianos expulsados de ese país que regularicen su situación.
La Unasur, cuya secretaría general tiene sede en Quito, anunció hoy en un comunicado que Samper se reunió en Nueva York con el presidente de la República, Nicolás Maduro, y del encuentro surgió una propuesta para la regularización de los expulsados en el marco de la crisis fronteriza iniciada a mediados de agosto.
«Es un gesto humanitario importante porque yo creo que algunos deportados querrán regresar a sus casas, reintegrar las familias, seguramente deben tener una fuente de empleo en Venezuela, entonces la idea es que, de alguna manera, los que estén interesados en regularizar la situación tengan el apoyo del Gobierno venezolano para hacerlo», dijo hoy Samper a Efe.
En una entrevista telefónica desde Nueva York, donde asiste a los debates de la Asamblea General de la ONU, al igual que Maduro, el secretario general de Unasur y expresidente colombiano (1994-1998) precisó que hasta ahora solamente se han establecido los términos generales del acuerdo con el Gobierno de Venezuela.
«Simplemente tenemos las bases del acuerdo y ahora vamos a trabajar con el gobierno de Colombia y con el Gobierno venezolano para ponerlo en práctica», explicó.
Samper dijo que «se supone» que el Gobierno de Maduro trasladará las bases del pacto al Gobierno colombiano para implementarlo y agregó que si la Unasur tuviera que desempeñar algún papel en ello, lo haría «con mucho gusto».
Por el momento no hay plazos establecidos ni fechas para el posible retorno de los expulsados, pero «vamos a entrar a trabajarlo con la secretaría jurídica de Unasur para definir los términos», señaló.
Samper comentó que en principio el acuerdo beneficiaría a «los deportados solamente, los que fueron deportados de Venezuela, que son los casos más dramáticos».
Según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), 1.608 colombianos fueron expulsados de territorio venezolano por estar en situación irregular y 19.686 regresaron por propia voluntad desde que el 19 de agosto el Gobierno venezolano empezó a cerrar los pasos fronterizos con Colombia como parte de una ofensiva contra el contrabando y el paramilitarismo.
Se trata de «una coincidencia de voluntades, una solicitud que yo le hice al presidente (Nicolás) Maduro y estuvo de acuerdo» en que «se pusiera en marcha el mecanismo» necesario para posibilitar el retorno de quienes regularicen su situación.
Precisamente hoy la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció la «crisis humanitaria» de los colombianos deportados y retornados «como consecuencia del temor y la situación que estaban viviendo en Venezuela», así como información «preocupante» sobre «violaciones múltiples de derechos humanos».
«La CIDH pudo constatar la crisis humanitaria en la que se encuentran las personas deportadas y las que retornaron como consecuencia del temor y la situación que estaban viviendo en Venezuela», indicó el organismo en un comunicado.
Sin especificar una fecha, Maduro señaló este domingo desde Nueva York que en los próximos días sostendrá un encuentro con su colega de Colombia, Juan Manuel Santos, para tratar de cuestiones migratorias.
El encuentro, aun no confirmado por el Gobierno colombiano, sería para avanzar en el plan de seis meses acordado por ambos en Quito hace unos días, para ir normalizando progresivamente todo el eje fronterizo. EFE