15 ataques con explosivos han dejado 15 muertos en un lapso de 9 meses
Entre enero y septiembre del año en curso se han registrado 15 hechos en los que fueron activados artefactos explosivos en contra de efectivos policiales, órganos de seguridad y ciudadanía, por parte de bandas organizadas que operan en la Gran Caracas, dejando como resultado 65 personas afectadas. Dos de los ataques fueron dirigidos a la Policía del estado Miranda.
El subdirector (e) del Instituto Autónomo de Policía del estado Miranda, comisario Jesús Eduardo Lamas, informó que en estos actos represivos fallecieron 15 personas; cuatro de ellos eran funcionarios de otros entes de seguridad. Asimismo se reportan 50 lesionados por estos ataques, en los que 33 eran uniformados.
La alarma se disparó este fin de semana cuando en menos de 48 horas se registraron 5 ataques con granadas hacia organismos de seguridad en diferentes puntos del país.
El primero de los incidentes ocurrió el pasado viernes 25 en horas de la noche, cuando un grupo de delincuentes intentó ingresar a la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en Mariara, Carabobo.
Los criminales fueron repelidos por los agentes presentes en el lugar y optaron por lanzar tres explosivos y abrir fuego contra los uniformados. En el hecho no se registraron heridos.
Horas después, la madrugada del sábado, otro ataque se registró; esta vez en El Llanito, en Caracas, cuando un motorizado lanzó una granada a la fachada de la subdelegación del Cicpc. De nuevo el incidente no dejó víctimas humanas sino daños materiales.
En la madrugada del domingo un grupo de motorizados lanzó un explosivo a un puesto de control de Polibaruta ubicado en Las Mercedes. El ataque dejó 10 personas heridas y varios daños materiales, aunque ninguna víctima fatal.
En horas de la tarde de este domingo dos parejas de motorizados se acercaron al comando central de la Policía de Guárico y arrojaron una granada antes de darse a la fuga. La estación policial se encuentra en San Juan de los Morros, cerca de la plaza Bolívar y detrás de la gobernación de esa entidad.
El ataque no arrojó heridos pero la sede fue reforzada en seguridad, al igual que la ciudad, en la que vecinos reportan patrullaje frecuente de las autoridades policiales.
A solo horas de registrarse el ataque en Guárico ocurrió otro asalto con granada en La Urbina, estado Miranda. El hecho no dejó heridos y solo se registraron daños menores a los alrededores de la sede del cuerpo policial.
Representantes de Polimiranda informaron que los hampones no lograron su cometido debido a que la sede contaba con la presencia de personal policial activo que vigilaba el lugar. “Debemos estar alertas y no dejar que las bandas organizadas derrumben nuestra moral, ética, ni nuestras ganas de seguir trabajando en pro de la seguridad de los mirandinos”, dijo el comisario Jesús Eduardo Lamas.
Recordó que el primer suceso que afrontó la Policía de Miranda por el uso de este tipo de arma de guerra se suscitó el 14 de febrero en Valles del Tuy, donde un efectivo que realizaba verificaciones en un punto de control en el sector San Francisco de Yare, resultó afectado en una pierna y en la región lumbar a causa de las esquirlas emanadas por una granada que arrojó un motorizado, quien minutos antes había sido retenido en dicho lugar y retornó en compañía de otros sujetos a “cobrar venganza”.
Enfatizó que de acuerdo a las leyes venezolanas los artefactos explosivos solo deberían ser manipulados por las Fuerzas Armadas Nacionales y que los cuerpos policiales solo tienen permitido tener como única arma larga una escopeta de fricción por cada 10 funcionarios y una pistola 9 milímetros para cada agente.
Por otra parte, el comisario destacó que en la actualidad hay mucho hermetismo sobre esta nueva modalidad del crimen y no existen pronunciamientos de parte de las autoridades nacionales que justifiquen la presencia del armamento militar en manos de civiles y grupos irregulares. Añadió que es difícil hacer las averiguaciones sobre el origen de estos explosivos, ya que no poseen seriales guías para identificarlos.
“Cada espoleta hallada en una escena sigue desatando un estallido de impunidad y de muertes violentas porque nadie explica cómo llegan las granadas a los delincuentes. Queda en evidencia que el sistema es vulnerable, bien sea porque el armamento llega por contrabando o por la carencia de controles adecuados en las fuerzas militares para vigilar su parque de armas”.
Daniel Murolo
@dmurolo