Lanzan S.O.S a las autoridades policiales ante ola de inseguridad
Vecinos de La Línea, en El Vigía, se encuentran con los pelos de punta al momento de transitar por las calles y callejones de la comunidad; ¿El motivo?: La inseguridad. Mañana, tarde y noche son azotados por la delincuencia en el lugar, razón por la cual están casi obligados a permanecer dentro de sus hogares.
El patrullaje en la comunidad es nulo, según comento un residente de la vía principal de La Línea, ya que ‘‘es muy raro ver una camioneta de la policía municipal o estadal dando rondas de vigilancia’’.
En muchas ocasiones los transeúntes son interceptados por motorizados en plena vía para despojarlos de sus pertenencias. Teléfonos, cartera y demás objetos de valor cambian de dueño al salir de la zona.
‘‘Hay que salir con un teléfono de repuesto a la mano y guardarte lo de valor en las partes íntimas, porque sino no llegas a tu casa o al Ateneo con todas tus cosas’’, comentó otro habitante.
Sin embargo, los autobuses que cubren la ruta de la zona no son ajenos al tema de los robos. ‘‘Si vas a pie, te roban. Si vas en autobús, te roban. Si vas en carro o moto, también de roban. Esto se lo llevó quien lo trajo’’.
En la vía principal están repartidos una gran cantidad de postes de alumbrado público, de los cuales hay una buena cantidad fuera de servicio, dejando calles y casas a oscuras, y dando el escenario perfecto para que los ladrones ‘‘anden a sus anchas’’.
‘‘Necesitamos que los entes policiales se apersonen a La Línea para establecer un trabajo de protección, patrullaje y seguridad con los vecinos. Es terrible tener miedo de caminar por nuestra propia comunidad porque estamos propensos a ser asaltados y hasta ser agredidos por un malandro’’, relató un adulto mayor.
A su vez, el monte juega un papel fundamental en la vida de habitantes y antisociales. La maleza que se asoma en la vía se presta como escondite para los vándalos; estos cometen sus actos delictivos y luego proceden a perderse entre la abundante vegetación.
Pasan trabajo con el agua
Si bien, algunos vecinos estaban lavando sus carros y patios con agua proveniente de la calle, los mismos aseguran que están ‘‘aprovechando’’ porque es ‘‘muy raro’’ cuando el agua llega y no se va el mismo día.
‘‘Si llega un día, en la noche ya no hay. Nos vemos forzados a regular mucho su uso y almacenar en ollas, tobos, pipotes o tanques’’, explicaron.
Consecuentemente deben ‘‘salir sin bañarse’’ porque pasan hasta 10 días sin surtido de agua. Ya la situación se ha tornado ‘‘bastante molesta’’ para los moradores del sector, pues no ven solución alguna por parte de los órganos competentes.
No asfaltan desde hace años
La vialidad en La Línea, apodada ‘‘la come carros’’, hace honor a su nombre los 365 días del año desde hace más o menos un lustro, tiempo que lleva la calle de la región sin ser reparada con trabajos de asfaltado. ‘‘No importa si pasas con un carrito pequeño o una camioneta 4×4, el resultado es el mismo. Tren delantero, cauchos, caja de velocidades y embragues son quienes mas sufren en plena subida’’, relataron.
A pesar de que recientemente se han estado realizando ventas de repuestos a precios justos, ‘‘la idea no es estar cambiándole piezas al carro cada 2 meses. Aunque quisieras, para hacerle mantenimiento al vehículo, el bolsillo no te da’’.
Los residentes cansados de la inoperancia de la alcaldía o la gobernación han hecho recolectas de dinero para adquirir metros de ripio y tapar los mega cráteres que ya son considerados ‘‘un vecino más’’.
Una luz al final del túnel
‘‘Es un alivio al menos contar un centro asistencial donde te atiendan cada vez que vayas. Claro, hay momentos en los cuales no atienden emergencias de envergadura, pero por lo demás, siempre funciona’’, explicaron personas que con asiduidad visitan el Ambulatorio de El Vigía.
Frederick Ortiz
@FredoCorleone_