El grupo fundamentalista autodenominado Estado Islámico destruyó otro importante monumento en la histórica ciudad siria de Palmira, informaron funcionarios y fuentes locales.
Se trata de un arco de triunfo romano de unos 2.000 años de antigüedad, que fue «pulverizado» por militantes de EI, según un residente del importante sitio arqueológico.
«El Arco de Triunfo fue pulverizado. EI lo destruyó», le dijo Mohammad al-Hosmi a la agencia de noticias AFP.
La noticia fue luego confirmada por el director de antigüedades y museos de Siria, Maamoun Abdulkarim.
Abdulkarim le dijo a la agencia Reuters que si EI retiene el control de Palmira, entonces «la ciudad está condenada».
«Idolatría pagana»
Antes de la guerra en Siria, unas 150.000 personas visitaban anualmente la ciudad, considerada «Patrimonio de la Humanidad» por Unesco, para observar sus majestuosas ruinas greco-romanas.
Pero EI se hizo con el control de la ciudad en mayo pasado y desde entonces está cumpliendo con su amenaza de acabar con los restos arqueológicos que tacha de «símbolos de idolatría pagana».
Dos de los templos más importantes de Palmira fueron destruidos el mes pasado.
Y la organización también decapitó ahí a uno de los principales arqueólogos de Siria, quién estaba comprometido con la conservación del que los expertos consideran uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo.
El conflicto en Siria empezó en 2011 y hasta la fecha ya ha dejado más de 240.000 muertos y obligado a millones de sirios a dejar sus hogares.
El mismo involucra a las tropas leales al gobierno de Bashar al Asad, varios grupos rebeldes islamistas –entre ellos EI y afiliados locales de Al Qaeda– pero también opositores «moderados» que cuentan con el apoyo de EE.UU. y sus aliados.
Y la semana pasada Rusia se sumó al conflicto del lado de al Asad, abriendo toda una nueva serie de interrogantes.