La Vinotinto está lista para enfrentar a Paraguay este jueves en Cachamay, en su primera presentación en las eliminatorias mundialistas
Conseguir la ruta del gol, tantas veces esquivo, es uno de los retos que se presentan a la Vinotinto al comenzar la eliminatoria suramericana del mundial de fútbol Rusia 2018. Y comenzará a enfrentarlo mañana, desde el primer partido, cuando reciba en Puerto Ordaz a la selección de Paraguay, que nunca es un rival fácil y, como aseveró su técnico Ramón Díaz, “se hará respetar” en cancha venezolana.
Se dirá que eso del gol es una perogrullada. Pero es que en el caso del combinado criollo, hasta en sus mejores momentos muestra dificultades para ser productivo, aunque cree esperanzas la presencia de jugadores como Salomón Rondón, que ha demostrado su calidad de ariete en las reputadas canchas europeas. Y por lo que, a primera vista, muchos están pensando en la conveniencia de alinear, de entrada, a Christian Santos, que ha comenzado la andadura en la primera división holandesa con ejecuciones como las que le llevaron a liderar los goleadores en la exitosa lucha por el ascenso.
Sin embargo, eso no es cosa decidida, como no lo es el resto de la alineación. Porque esta saldrá de los trabajos técnico-tácticos de ayer y hoy, cuando los venezolanos trabajen a doble turno en procura de un entendimiento general que permita desarrollar el plan del cuerpo técnico comandado por Noel Sanvicente.
El lunes se reunió casi todo el plantel, apenas ausentes Alejandro Guerra y Luis Manuel Seijas. Los consabidos ejercicios regenerativos, los toques en espacios pequeños y el trabajo especial de los arqueros bajo la dirección de Gilberto Angelucci cubrieron la jornada, que ofreció un aspecto colateral con buenas expresiones de técnicos y jugadores: el trabajo hecho al campo de Cachamay mejoró notablemente el engramado en relación con los recientes amistosos y hay confianza en que el espectáculo tendrá adecuado escenario.
Hay, eso sí, un punto neurálgico en cuanto a la alineación: ya no estará Juan Arango, la figura estelar de los últimos lustros, y aun cuando el nuevo capitán, Tomás Rincón, ha ejercido antes la responsabilidad con total aprobación y seguirá siendo puntal, existe la incertidumbre de cómo se jugará sin la prodigiosa zurda de aquel.
Baroja asoma nuevamente como titular en la portería (Contreras y Faríñez son la reserva), Rosales, Vizcarrondo, Túñez y Cichero pudiera ser la zaga, a menos que Sanvicente eche mano de Alexander González o Angel, pues Amorebieta deberá cumplir un partido de suspensión. Rincón, Seijas, “Maestrico”, Guerra, Lucena, Vargas, Acosta, Figuera y Murillo son los volantes convocados y allí la elección (aparte del fijo Rincón y del buen desempeño de Seijas en los amistosos) hay una difícil selección. Como en la delantera, donde muchos (desde afuera) apuntan a la presencia de Santos junto a Rondón, aunque Josef Martínez ha estado allí con solvencia, Falcón se vio bien en el último amistoso y Jeffren Suárez genera expectativa.
No está fácil la papeleta, claro. Y será la forma como asimilen la cuestión táctica en estos dos días, el juego de presión alta conectado con las posiciones de todo el equipo, la tenencia del balón para generar ofensiva y buscar los deseados goles, lo que determinará el once inicial.
Paraguay tiene lo suyo
Los guaraníes dejaron buena impresión en la Copa América. Y ahora van por más. Como lo dijo al abordar ayer el vuelo en Asunción el argentino Ramón Díaz, su DT –y seguramente lo repetiría al aterrizar en Guayana-, “Paraguay tiene sus armas y nos haremos respetar en Venezuela”.
Agregó que “queremos seguir creciendo, vamos a ser super competitivos en estas eliminatorias”, revelando que el plantel está en buenas condiciones, salvo el caso de Nelson Haedo.
Convienen los visitantes en que será “un partido duro”, pero como lo dijo el delantero Lucas Barrios –que hace brillante carrera en Brasil- “vamos confiados a Venezuela. Sería genial arrancar sumando”.
Armando Naranjo
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