La nueva Miss Venezuela, Mariam Habach Santucci, de 19 años, se comprometió hoy, en su primer día como soberana de la belleza nacional, a continuar su trabajo social para ayudar a personas con labio leporino y paladar hundido, entre otras.
«Como estudiante de odontología siempre he dicho que el mejor regalo que nos dio Dios fue la sonrisa, porque la sonrisa cambia la vida, te cambia el día en un segundo», dijo la flamante ganadora rubia, que dedica parte de su tiempo a colaborar en tres fundaciones del país caribeño, una de ellas para ayudar a corregir el labio leporino y otras malformaciones.
La rubia, de 1.80 metros de altura, fue elegida el jueves entre otras 24 participantes en uno de los eventos favoritos del país y que sus organizadores llaman «la noche más linda de Venezuela», una ceremonia de unas cuatro horas en la que las participantes desfilaron en traje de baño y de gala.
Ganar el certamen «siempre fue un sueño, me sentí feliz porque esa era la palabra que me definía la noche de ayer, felicidad porque uno de mis mayores sueños se hizo realidad», dijo hoy en rueda de prensa la joven al responder a cómo se sentía al ser elegida Miss Venezuela.
«Hoy cuando me despierto y digo ‘soy Miss Venezuela’, qué felicidad, qué entusiasmo, qué fortaleza, uno no tiene ni las palabras para decir lo feliz que se siente cuando consigue las metas, como cuando te graduas, como cuando consigues algo que toda la vida esperaste», añadió.
La joven, que en el concurso represento al occidental estado Lara, donde se encuentra El Tocuyo, de donde es oriunda, reveló que a lo largo de las preparaciones para el certamen enfrentó momentos difíciles y que, dijo, superó gracias a la ayuda de sus santos patronos a quienes les ofreció su corona como pago por los favores concedidos.
«Le hice una promesa a San Antonio, patrono de El Tocuyo y a la Divina Pastora, cuando me den permiso en la Organización Miss Venezuela le llevaré la banda y la corona a ellos, porque me ayudaron a tener fuerzas y esperanzas, y no decaerme nunca», señaló.
«Tuve momentos en los que dije: ‘no es fácil, es difícil estar aquí», confesó.
EFE