Una vez más la situación de presunto hacinamiento vivida en los calabozos de la Policía Municipal de Plaza, sumado a la aparente negativa de funcionarios, de pasar la comida a los privados de libertad, ha provocado que reclusos de esta sede hayan decidido lanzarse a una huelga de hambre, la cual podrían convertir en huelga de sangre.
Este viernes en medios policiales trascendió que desde hace dos semanas aproximadamente se agrava la situación en las mencionadas instalaciones policiales, y mientras algunas madres y esposas decidieron lanzar un S.O.S. al oficial Richard Urbano, director general de la Policía del municipio Plaza; sus familiares recluidos en la sede decidieron iniciar acciones huelgarias para denunciar las agresiones de que aseguran ser víctimas.
Ayer al cierre de estas informaciones familiares de los presos, quienes preferían mantener sus nombres en el anonimato por temor a represalias, mostraban su angustia por el hecho de no saber mayores detalles de lo que ocurría dentro de la sede de Poliplaza.
LV