Apenas dos minutos de metraje han desatado la locura entre los seguidores de la saga Star Wars. Casi diez millones de visionados en sus primeras once horas y fans apenados por la posibilidad de que Luke Skywalker se haya pasado al lado oscuro de la fuerza en esta nueva entrega, «The Force Awakens».
Una cifra que apunta a superar con facilidad los 20,7 millones de visionados que recibió en sus primeras 24 horas en la web el segundo teaser (avance) de la película, lanzado en abril y que ya ha sido visto 65 millones de veces, según datos de Google.
En estas nuevas imágenes no queda nada claro, pero adelanta una estética similar a la de la trilogía original, estrenada entre 1977 y 1983, y anticipa una historia tenebrosa en la que uno de los personajes es arrastrado al lado oscuro, como ocurrió con Anakin Skywalker/Darth Vader, el padre de Luke.
La identidad del nuevo «traidor» no se despeja, pero la teoría más expandida en Twitter -donde el tráiler es uno de los trending topics del día a nivel mundial- es que se trataría del propio Luke, el héroe de la historia creada por George Lucas.
En esta nueva entrega, Lucasfilm y Disney han recuperado a los tres protagonistas de la primera trilogía -Mark Hamill, Harrison Ford y Carrie Fisher-, que son uno de los principales atractivos de la película dirigida por J.J.Abrams.
Pero, mientras Han Solo (Ford) y la princesa Leia (Fisher) sí aparecen en el tráiler -incluso fundidos en un emotivo abrazo- el rostro de Luke (Hamill) no se ve en estas nuevas imágenes, aunque sí una mano derecha biónica como la que él tiene desde que su padre le cortó la mano en uno de los épicos enfrentamientos de la saga en el episodio V, «The Empire Strikes Back».
En este caso es un misterioso hombre, con una capa que le cubre la cabeza, el que, con su mano biónica, acaricia a un maltrecho R2-D2, uno de los inseparables robots de Luke.
Además, los fans ávidos de novedades han creído ver a Luke, vestido de negro de la cabeza a los pies, en una escena en la que afirma, mirando la careta destrozada del fallecido Darth Vader: «Cumpliré con nuestro destino. Acabaré lo que tú empezaste».
Una teoría que se refuerza con el hecho de que en el cartel oficial de la película, lanzado el pasado sábado, tampoco aparece Luke, pero sí un misterioso personaje con careta y capucha negra.
Pero no hay que olvidar que una de las nuevas incorporaciones a la saga, Adam Driver, uno de los malos oficiales de la historia, como Kylo Ren, que tampoco aparece en el póster.
Si es Luke o Ren el que está bajo ese traje se descubrirá el 18 de diciembre, fecha oficial para el estreno mundial y, aunque aún faltan casi dos meses, hoy se han puesto a la venta las entradas de forma anticipada en todo el mundo.
Las mayores ventas anticipadas se esperan en Estados Unidos, donde incluso se podrá ver la película el día 17 por la noche en sesiones especiales y donde las personas que compren las entradas hoy optarán a un sorteo para asistir a la premier mundial de la película, que se celebrará el 14 de diciembre en Los Ángeles.
A ella se espera que asista todo el elenco del filme. Junto a Ford, Hamill y Fisher, las nuevas incorporaciones -Adam Driver, Daisy Ridley, John Boyega, Oscar Isaac, Lupita Nyong’o, Andy Serkis, Domhnall Gleeson, Anthony Daniels, Peter Mayhew o Max Von Sydow-.
Los personajes de Rey y Finn, interpretados por Daisy Ridley y John Boyega, respectivamente, parecen ser centrales en esta nueva entrega de «Star Wars», según lo que han dejado entrever todos los avances de la película.
Y ellos mismos se han encargado de apuntalar esa idea, con sus reacciones emocionales en las redes sociales ante el visionado del nuevo tráiler.
«The trailer is just eeeeeppppiiiiicccc», afirmaba Boyega bajo el vídeo en el que aparece muy pensativo mientras ve el tráiler y Ridley cuenta que se puso el despertador para ver las imágenes en directo por televisión -en la cadena de deportes ESPN- y se muestra emocionada hasta las lágrimas tumbada en su cama.
Parece dispuesta a cumplir con las últimas palabras del tráiler: «La fuerza te está llamando. Déjala entrar». EFE