El comerciante de origen español Jorge Luis Eiriz Vega (43) fue asesinado por unos delincuentes que mantenían sometidos a sus familiares cuando ingresó al apartamento ubicado en el piso 7 del edificio Kari Kari, en la Ruta 1 (calle ciega) de Colinas de Santa Mónica, final de la avenida Francisco Lazo Martí.
Eiriz Vega era mayor de tres hermanos, laboró en varias empresas privadas, como Coca-Cola y Movistar, últimamente se dedicaba a las ventas y hacía transporte ejecutivo para el aeropuerto de Maiquetía.
A su hermana María Elena Eiriz Ortíz (21) la habían sometido tres hombres para ingresar al apartamento. Al padre (que sufre de alzheimer), a la madre, ambos ancianos y a un hermano, los ataron de pies y manos con tirro y los encerraron en una habitación. Pedían objetos de valor, joyas, etc. Cuando llegó Jorge Luís a las 6:30 p.m. fue sorprendido por los delincuentes que apagaron las luces y ordenaron hacer silencio.
Lo acuchillaron y escaparon en el vehículo Chevrolet Optra año 2009, rojo, placa AB952FV, propiedad del comerciante, se llevaron secuestrada a María Elena para que los ayudara a salir la urbanización, y la joven no había sido localizada. Ella tiene un niño de 2 años que vive con los abuelos paternos en el interior.
Los delincuentes dejaron a la familia encerrada y se llevaron todas las llaves, inclusive la del control externo. Ayer la junta de condominio anunció cambio de llaves.
Aproximadamente a las 9 de la noche uno de los familiares logró desatarse, no podían salir porque las puertas quedaron cerradas, gritaron y los vecinos los ayudaron. Entonces hallaron en un cuarto sin vida y ensangrentado a Jorge Luis.
Los vecinos están indignados porque la familia lleva muchos años allí. Jorge Luís tiene una hija, estaba divorciado y era el sostén de la casa. Sus amigos Germán Vargas y Francisco Rignanese dijeron que era una excelente persona, responsable, decente, trabajador, y deploraron el problema de la inseguridad.
AA