“El poder político es simplemente el poder organizado de una clase para oprimir a otra”. Kart Marx 1848
Cesáreo José Espinal Vásquez e-mail: cjev@cantv.net
El poder en su significado más amplio es tener fuerza en todos los aspectos, poder físico, mental, social, económico y además, poder político, que desde el génesis ha dominado todos los demás poderes que pudieran existir y poseer las personas. Siempre se ha dicho que si se le preguntara a alguien de ambiciones “non santa”, qué preferiría, el poder del dinero o el poder político, contestaría, el poder político, porque domino todos los poderes, incluyendo, la mente en la libertad de pensamiento..
El poder político, en su concepto y fines, es el jefe, llámese dictador, tiránico, monarca, democrático o socialista marxista, quienes en la historia de la humanidad ejercen la jefatura del gobierno y en consecuencia, el poder político.
En el Manifiesto Comunista, Marx, despotrica de todo, de lo humano y de lo divino y en definitiva propugna con la abolición del Estado, de las clases sociales, de la propiedad y hasta de Dios. Y groseramente ataca y ofende al Libertador Simón Bolívar porque la consigna marxista es “inventar enemigos”, en la revolución permanente el enemigo debe ser permanente, siendo inexplicable que el socialismo de revolución bolivariana, se utilice a Bolívar como socialista cuando Marx lo aborreció como burgués, mantuano y oligarca.
En los países que abrazaron el comunismo, especialmente China, la URSS y Cuba, han frenado sus máximas acciones socialistas marxistas y buscaron y está buscando como Cuba, alejarse de Marx, al extremo que Fidel Castro, dijera que si Marx viviera no fuera marxista, por ello, tuvo razón de expresión de que el poder político es el poder organizado de una clase…porque cuando los lideres marxistas asumieron el poder político y aún lo ejercen a qué clase social pertenecen. Es indudable que la clase social del “yo mismo”, es decir, del socialyomismo”, representada en el poder político de Fidel Castro en más de 50 años de opresión al derecho de libertad de pensamiento, de la personalidad y de la paz pública.