«Fue como un relámpago», dijo la senadora demócrata Dianne Feinstein, jefa del Comité de Inteligencia del Senado, al comentar el romance para la cadena Fox
WASHINGTON. El general retirado David Petraeus comenzó un romance con su biógrafa en 2011, dos meses después de asumir el cargo de jefe de la CIA, declaró un ex asesor el lunes, quien agregó que el militar está «devastado».
La repentina renuncia de Petraeus el 9 de noviembre después de una estelar y disciplinada carrera dejó estupefacto a Washington, en tanto que integrantes del Congreso se preguntan si la seguridad nacional se vio comprometida y por qué no se les informó antes.
«Fue como un relámpago», dijo la senadora demócrata Dianne Feinstein, jefa del Comité de Inteligencia del Senado, a la cadena Fox.
Petraeus tenía planeado presentarse ante comités legislativos el jueves para testificar sobre el ataque del 11 de septiembre al consulado estadounidense en Bengasi, Libia, donde murieron cuatro estadounidenses, incluyendo el embajador Chris Stevens.
Se espera que el subdirector de la CIA, Michael Morell, declare en lugar de Petraeus, pero Feinstein y otros no descartan la posibilidad de que el Congreso llame a Petraeus a dar testimonio en una fecha posterior.
Petraeus y su biógrafa, Paula Broadwell, de 40 años, han sido discretos sobre su relación.
Pero Steve Boylan, un ex vocero del militar retirado, dijo el lunes a ABC que Petraeus terminó la relación hace cuatro meses.
Boylan agregó que Holly, la esposa del ex general durante 38 años, está «furiosa». Boylan, quien dijo que habló con Petraeus el fin de semana, también dijo a NBC que él está «devastado».
El FBI descubrió el romance después de que otra mujer reportó mensajes electrónicos de acoso por parte de Broadwell.
Un mando militar identificó a la mujer como Jill Kelley, de 37 años, que trabaja como enlace social para la Base de la Fuerza Aérea MacDill en Tampa, Florida, donde se localiza el Comando Central y el Comando de Operaciones Especiales del ejército. El oficial habló con la condición del anonimato al no estar autorizado a hablar del tema.
En un comunicado el domingo, Kelley y su esposo Scott dijeron que «nosotros y nuestra familia hemos sido amigos del general Petraeus y su familia durante más de cinco años. Respetamos su privacidad y la de su familia, y queremos lo mismo para nosotros y nuestros tres hijos».
Kimberly Dozier y Adam Goldman / AP