Página escrita para La Voz por los profesores de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela. La responsabilidad de las opiniones emitidas en sus artículos y Notas Internacionales es de los autores y no comprometen a la institución.
Los retos de Antalya 2015
** El anfitrión de turno en esta oportunidad le corresponde a Turquía, con la casualidad de encontrarse en el epicentro de los principales conflictos que aquejan a la paz y estabilidad mundial
Luis Angarita
@luisangaritaeei
Los días 15 y 16 de noviembre en la ciudad de Antalya (Turquía) se llevará a cabo la cumbre anual de presidentes del G-20, reconocido como el grupo que reúne a las principales economías del orbe, dónde 19 países y la Unión Europea (como bloque económico), evalúan el desempeño de la economía mundial y los principales retos a asumir, como espacio multilateral de coordinación, en el desarrollo productivo de la sociedad para el año 2016.
El anfitrión de turno en esta oportunidad le corresponde a Turquía, con la casualidad de encontrarse en el epicentro de los principales conflictos que aquejan a la paz y estabilidad mundial. Por un lado, el conflicto geopolítico del Medio Oriente los afecta directamente ya que los involucra desde el punto de vista étnico, religioso, territorial y político. Mientras que por el otro lado, la migración ocasionada por este conflicto, los convierte en una de las principales rutas de comunicación de las olas migratorias desde el centro del conflicto y hacia el viejo continente.
En este escenario, el ambiente no puede ser más propicio para atender los temas de agenda planteados desde la presidencia pro-tempore de este grupo de coordinación de políticas macroeconómicas. En primer lugar tenemos, por orden de importancia, el “Fortalecimiento de la recuperación global e impulso del crecimiento futuro”, reto que se presenta de manera recurrente desde la crisis desatada en año 2008 y que muestra que las débiles tasas de crecimiento todavía amenazan con la estabilidad de la economía mundial, aún más en un marco donde Europa presenta un retroceso del índice de precios, condición que frena el crecimiento regional, mientras que China, uno de los principales motores de la economía mundial en años recientes, muestra una desaceleración importante en su tasa de crecimiento, lo que afecta de manera importante el equilibrio mundial. Aparentemente, uno de las pocas noticias favorables en el entorno económico, parece estar en el crecimiento estable de los Estados Unidos, que puede compensar de alguna manera los escenarios negativos del resto de los miembros.
En segundo y tercer lugar, se mencionan como temas de la agenda, el “sentamiento de la resiliencia”, y “el apuntalamiento de la sostenibilidad”, como acciones a seguir que permitan, por un lado, generar las mejores condiciones y aptitudes para enfrentar períodos de crisis y débil crecimiento económico, a partir de una sólida base financiera mundial, y por el otro, asumir el reto ofrecido por las nuevos metas de desarrollo acordadas en Naciones Unidas, y pensar las acciones que faciliten un futuro armónico, principalmente en temas como energías y cambio climático.
Las previsiones de crecimiento ofrecidas tanto por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, han sido corregidas y estimadas con mayor recelo, indicando que en el futuro cercano las condiciones para el crecimiento y el desarrollo se tornan cada vez más difíciles para todos los países, en especial para América Latina, región que está saliendo de un período de bonanza por los altos precios de sus productos de exportación, y que posiblemente enfrente desafíos importantes para poder lograr el mayor objetivo planteado por el G-20: Lograr una acción colectiva para un crecimiento inclusivo y robusto.
NOTAS INTERNACIONALES
Ernesto Wong
Rusia y el acero de Damasco
“El acero de Damasco” fue una expresión común en el otrora Ejército Rojo soviético de elogio al buen acero para construir fusiles, cañones, proyectiles o aviones que se puede encontrar en obras literarias como esa de Alexander Bek “Los hombres de Panfilov” donde se narran las peripecias de un batallón soviético que infligió fuertes bajas a varios batallones de nazis durante los cruentos combates de la 2da guerra mundial.
Hoy, a setenta años de aquella epopeya antifascista, “el acero de Damasco” y la tecnología militar rusa siguen vinculadas intensamente por la necesidad imperiosa de ayudar a sobrevivir a una sociedad, como la de Siria, ante la amenaza de una fuerza político-militar-seudoreligiosa muy parecida en sus métodos y fines a las hitlerianas, como lo es el Estado Islámico (Daesh o EIIL), que se formó como consecuencia del desastre social causado por EEUU en Irak, Afganistán, Libia y en la propia Siria.
La geopolítica y las relaciones
cubano-estadounidenses
Para todos es conocido que si EEUU no elimina el bloqueo contra Cuba, no le devuelve el territorio usurpado de Guantánamo, no cesa las transmisiones injerencistas para desestabilizar el sistema elegido por el pueblo cubano, y no compensa los millonarios gastos de la Isla a causa de las sanciones extraterritoriales contra terceros o por tener que comprar a miles de kilómetros lo que pudiera adquirir a 90 millas en EEUU, La Habana no aceptará nunca normalizar las relaciones con Washington.
Si no se normalizan las relaciones bilaterales como ocurre entre EEUU y más de 180 países del mundo, la otrora principal potencia económica del planeta tendrá que seguir siendo un espectador más, un actor impotente, del desarrollo integral en que está inmersa Cuba, la llave del Golfo, con el poderoso apoyo incondicional de los dos adversarios más temibles para el Pentágono: Rusia y China que tienen muy presente que esa “llave” estará muy pronto abriendo las puertas del Caribe al mundo del Pacífico por el moderno canal interoceánico de Nicaragua y a su vez, las puertas de una gran zona económica donde estarán establecidas las grandes corporaciones del avanzado siglo XXI.