Las encuestas dan una aplastante victoria opositora el 6D. Pero el régimen responde que sólo se triunfa con votos
Agustín Blanco Muñoz
El cuadro histórico actual presagia horas muy duras. Es un escenario sin precedentes en niveles de tensiones. Abundan los enfrentamientos, la lucha de clases exacerbada propia de lo que ahora denominan socialismo del siglo XXI.
Y así, al lado del caso de la intervenida conversación Lorenzo Mendoza-Haussmann, que sirve de base para una acusación de traición a la patria como cuestión previa a la nacionalización del emporio cervecero-alimentario, está el affaire Franklin Nieves, que luego de ser la pieza fundamental de la acusación contra Leopoldo López, es ahora el delator que acusa la podrida institución de la cual ha formado parte por más de 20 años.
Y lo más grave es que Voluntad Popular, la parte más directamente afectada, entiende que su testimonio demuestra la inocencia de Leopoldo López. No se advierte que en dictadura no hay juicios ni justicia sino condenas políticas establecidas por los altos comandos.
Y al igual que en estos casos se procede en el cuadro político general. Las encuestas dan una aplastante victoria opositora el 6D. Pero el régimen responde que sólo se triunfa con votos. Y sabe que la mayoría los controla la maquinaria de la municipalización, apoyada por colectivos, bandas, UBCH, comunas, consejos comunales, fuerza armada, milicias, el 96% de los medios, los cómplices de la MUD y otros agregados que legitiman el fraude-trampa que paradójicamente intentan denunciar por la ausencia de observadores internacionales.
Pero el régimen no se detiene y llama a firmar un compromiso de respeto a los resultados que cante el árbitro. La MUD no lo hace y se le acusa de golpista y promotora de la violencia. Y esto lleva al gobierno a un extremo: en caso de duda del triunfo oficial el 6D, los actos bomba-terrorismo pueden llevar al CNE-Plan República a la conclusión de que no hay condiciones para los comicios y fijar nueva fecha, una vez “controlada” la violencia.
Si el 6D gana Chávez, imagen-mito-sentimiento que se invoca para tapar la poca popularidad de Maduro, el PSUV y el Polo, el momento será inédito: una revolución militar-policial-civil, que siembra grandes padecimientos, sigue su hilo electoral victorioso y podría apelar a la legalidad para defenderse hasta con la fuerza más brutal. Sancho, el 6D nos espera otro triunfo perverso y violento del Ctte. Eterno!