La hermana de Leopoldo López, pidió hoy a Estados Unidos que ayude a supervisar los derechos de los presos políticos en Venezuela, para garantizar que no sean tratados como «terroristas».
Adriana López, quien compareció hoy ante el subcomité de Asuntos para Latinoamérica de la Cámara de Representantes estadounidense, acusó al Gobierno de Nicolás Maduro de tener preso a su hermano sin concederle unos derechos mínimos, como el acceso a la lectura o a un tiempo limitado en el exterior de su celda.
En este sentido, explicó que la comunidad internacional, y en concreto el Gobierno de Estados Unidos, debe presionar para lograr que los prisioneros políticos puedan también acceder a un apoyo psicológico en su confinamiento, como el que podrían proporcionar organizaciones como la Cruz Roja.
Preguntada por los legisladores por la posibilidad de que Venezuela lleve a cabo este diciembre unas elecciones legislativas libres, López fue muy clara: «Es imposible que lo sean si los políticos de la oposición, como mi hermano, están en la cárcel».
Durante la audiencia, ante la que también testificó el disidente venezolano Carlos Vecchio y la periodista Ibeyise Pacheco, los testigos instaron al Congreso a continuar trabajando con otros Gobiernos de la región para «defender la democracia en Venezuela».
Vecchio, quien fue sacado de las listas al Parlamento por las autoridades electorales venezolanas, pidió además a los legisladores estadounidenses que presionen para que observadores independientes estén presentes durante los comicios, especialmente en los lugares donde se estima que la oposición puede ganar al oficialismo.
«Estas elecciones son particularmente importantes porque los jueces del Tribunal Supremo están elegidos por la Asamblea», apuntó el abogado, en referencia a la falta de independencia judicial que según la oposición sufre el país.
Asimismo, Vecchio llamó al Gobierno de Estados Unidos a aprobar una legislación que provea de asilo político a los venezolanos opositores que, afirmó, están siendo perseguidos por el Gobierno de Maduro.
Por su parte, Pacheco hizo hincapié en las miles de detenciones contra manifestantes que han tenido lugar en Venezuela en los últimos meses, y que tan solo el año pasado superaron las 3.700.
«Es el momento más oscuro para el periodismo en el país, no hay medios que puedan informar de lo que está pasando» y «las redes sociales» solo constituyen una «pequeña ventana» a la libertad de expresión, aseveró la reportera. EFE