Roxana había sufrido hasta donde habría podido soportar. Después de muchas lágrimas derramadas, ella optó por dejar atrás ese pasado que había compartido con Braulio, enterrar los recuerdos de esa relación. En pocas palabras, dejar pasar
Después de una separación, algunas mujeres deciden darse el valor que merecen. Buscan la manera de sentirse bellas, o estar a gusto con su imagen, de valorarse con un buen trato hacia sí mismas, cuidando su apariencia, como también su interior, mucho más que antes.
Otras mujeres, en cambio, después de una ruptura, se abandonan, para inconscientemente o no, castigarse de esa manera, culpándose por el abandono. Esto les causa un doble daño: el que les ocasiona el sufrimiento por esa separación, el primero, y el que se hacen descuidando su aspecto personal, el segundo.
1. Mejor sola que
mal acompañada
Después de la ruptura de su relación sentimental con Braulio, contra todas sus fuerzas, Roxana estuvo luchando por mantenerse de pié. Aunque tenía el alma rota y el corazón destruido, consiguió levantarse. Las ganas de seguir adelante, se le habían desaparecido una noche que se le hizo interminable.
A pesar de que tenía sus atributos a flor de piel y lucía bien, Roxana se había descuidado, daba mucho más de lo que recibía. Después de la separación, lamentó profundamente haberse abandonado. Cuando su relación con Braulio finalizó, ella trató de recuperar toda la atención que se había negado estando con él. Entonces, justo ahí, comenzó a arreglarse mejor, para demostrarle a su ex pareja que él era quien había perdido con esa separación.
Roxana hizo dieta para perder unos kilitos de más que se habían alojado en su cintura y abdomen. Compró ropa y zapatos altos que la hicieron lucir mejor. Cambió de actitud para verse más femenina. En fin, demostró a los demás que ella era una mujer que no se merecía el abandono de Braulio.
De la nada, prácticamente, como el ave Fénix, Roxana renació para verse hermosa. Los comentarios favorables de sus amigos, levantaron su autoestima, muy herida después de la separación. A todas luces, el comportamiento de Roxana era de quien decide expresar al mundo que estaba mucho mejor sin aquel quien fue su pareja o, como dice el refrán, “mejor sola que mal acompañada”.
A los meses, se comenzó a sentir tan bien que olvidó aquel que le había causado un profundo dolor para llegar a la conclusión de que estando a su lado no había sido realmente feliz, pues, por su egoísmo, él solo había pensado en sí mismo, y así la había descuidado, y de esa manera la había agredido y lastimado.
2. No hay vuelta atrás
Cuando se separó de Braulio, todavía, Roxana lo amaba. De repente, hasta más que antes. Él decidió alejarse cuando tuvieron una discusión que no ameritaba un comportamiento semejante como su ida. La infidelidad por parte de Braulio había ensuciado aquella relación que ya no parecía tanto sólida como impenetrable cuando la rutina y el desgaste diario se habían apoderado de ella hasta saturarla.
Después, Braulio se arrepintió del mal paso, y quiso volver con Roxana, detener la separación que él había propiciado. Aunque lo amaba todavía, ella sabía que regresar con aquel no era lo que más le convenía, pues, más temprano que tarde, él volvería a ser infiel, para dejarla más devastada que ahora, debido que ya habría sido una guerra avisada, por aquel dicho popular: de quien lo hace una vez, lo volverá a hacer otras veces. Así actuará, sin mucho arrepentimiento, se repetía Roxana.
Entonces, llena de valentía, decidió no volver con Braulio. Dispuesta a dejar que el tiempo pasara, para que pudiera aclarar el estado de los acontecimientos, o mejor enfriar sus sentimientos de amor que aún se mantenían, sabía que aquella relación no la llevaría a ningún lugar. En pocas palabras, necesitaba un tiempo a solas para entrar en razón, y concluir que, para bien, esa relación había llegado a su fin, y que era afortunada por ello.
Por otro lado, a su manera, Braulio la amaba, pero había dejado que, en un primer momento, su ego machista decidiera, para, luego, arrepentirse con creces. Ya no habría una segunda oportunidad para reparar los daños causados por su traición. La confianza se había resquebrajado, y recuperarla ya no era posible.
3. Revalorizándose como mujer
Roxana había sufrido hasta donde habría podido soportar. Después de muchas lágrimas derramadas, ella optó por dejar atrás ese pasado que había compartido con Braulio, enterrar los recuerdos de esa relación. En pocas palabras, dejar pasar.
Aunque sentía amor, confiaba en que el paso del tiempo la hiciera olvidar aquella emoción que parecía que siempre la acompañaría, pero que ella había decidido desterrarla, sacarla de su corazón, y a darse la oportunidad de enamorarse otra vez, de pensar que el amor, sentimiento que siempre para bien o para mal se transforma, puede ser duradero cuando se comparte con la persona adecuada.
Entonces, Roxana convertida en una princesa decidió probar suerte. Empezó a salir con pretendientes que la cortejaban, no quería negarse la oportunidad de conocer a alguien que le diera el lugar que merecía.
El hombre que deseaba que apareciera en su camino, no lo haría tan rápido como esperaba. Saldría con algunos, y tendría algunos encuentros fallidos, pero no dejaría que esto la decepcionara, que la alejara de su meta de encontrar a quien quisiera compartir su vida con ella.
Después de algún tiempo consiguió a quien la mereciera, a alguien que la amó de la misma manera que ella, cuando le correspondió con la sinceridad y lealtad que había esperado, y así se demostró a sí misma que podría ser dichosa en el amor.
¿Cómo asumes
una separación?
** Rescatar tu autoestima cambiando tu aspecto físico, haciendo algo que siempre has deseado, como estudiar otra profesión, una especialización, un idioma o haciendo lo que te gusta, borrará cualquier decepción, a cambiar para bien esa imagen de ti misma perturbada por la separación.
** Quienes se abandonan, quedan tan afectados emocionalmente que buscan castigarse. Asumen entonces una conducta destructiva que tendrán que revertir lo antes posible, para evitar que los daños sean irreversibles.