Las miradas y la curiosidad de las personas hizo que se acercaran hasta el cuerpo semidesnudo y completamente ensangrentado de Yurinay Ramona Blanca García. La fémina yacía en una casa en construcción de una carretera de tierra, con múltiples heridas -presuntamente- asestadas con un arma blanca.
La cara de la mujer de 44 años apenas permitía su reconocimiento, pues las lesiones en su rostro evidenciaban el ensañamiento con el que la atacó su verdugo.Su cuerpo también presentó varios golpes; un pico de botella lleno de sangre, localizado a un costado de la víctima, hizo presumir que fue el arma homicida.
Aunque los habitantes que llegaron a la avenida principal del sector Coviaguard , en Upata, estado Bolívar no la conocían, se encargaron de informar del crimen a los oficiales de la policía, por eso los estadales adscritos al Dibise arribaron para verificar el deceso.
Tenía una camisa puesta, pero sus pantalones y ropa interior estaban a pocos metros; así lo informó uno de los policías, lo que les hace suponer que también fue abusada.
Via Primicia