Los estudios Pixar lanzarán este mes su más reciente película, “The Good Dinosaur”, que se centra en el viaje de un dinosaurio y su “mascota” a través de un paisaje natural majestuoso y de un realismo sin precedentes en una cinta de animación, gracias al uso de las últimas tecnologías, según explicó el director Peter Sohn.
“Para mí la parte más creativa de esta película fue, sin duda, el crear un mundo colosal para el dinosaurio, lo que resultó enormemente satisfactorio desde el punto de vista cinematográfico”, dijo Sohn durante la entrevista realizada en los estudios de Pixar en la localidad de Emeryville (California).
“The Good Dinosaur”, que se estrenará en EE.UU. el 25 de noviembre, cuenta la historia de Arlo, un dinosaurio asustadizo que se pierde en la naturaleza tras caer a un río y trata de encontrar el camino de vuelta a casa con la ayuda de su mascota, el audaz Spot, un perro con cuerpo y cara de niño de unos seis años.
Arlo se apoya en Spot para superar sus miedos, en un viaje emocional que le ayudará a madurar y que cuenta la historia de un mundo en el que los dinosaurios no se extinguen.
Sohn y su equipo decidieron invertir los papeles, al convertir a Arlo, el dinosaurio, en el niño de la película y a Spot, el niño, en un animal.
“Espero que el público disfrute de ese cambio de papeles”, señaló Sohn, para quien es “interesante” el descubrir la humanidad del dinosaurio y reflexionar sobre la parte animal de los humanos.
Denise Ream, la productora de la película, aseguró “adorar” la mezcla de niño y perro que encarna Spot.
“Es un personaje del que me he enamorado. Me parece increíblemente entretenido y con una gran empatía. Creo que los animadores aquí en Pixar hicieron un trabajo fabuloso a la hora de crear a Spot”, afirmó Ream.
La cinta sitúa a Arlo en medio de la naturaleza en unos paisajes inspirados en las montañas del noroeste de EE.UU.
“Necesitábamos colocar al dinosaurio en un lugar en el que le resultase difícil sobrevivir y presentar ese lugar como un espacio majestuoso y enorme en el que Arlo se sintiese perdido y lejos de casa”, afirmó el director.
En búsqueda de inspiración Sohn y su equipo viajaron a los estados de Oregón, Montana y Wyoming, donde realizaron expediciones a caballo y en canoas.
“Fuimos a esos lugares con la esperanza de perdernos, de sentir que puede suceder cualquier cosa sin aviso previo”, dijo Ream.
El equipo, de hecho, se llevó un buen susto cuando la productora asociada, Mary Alice Drumm, se cayó del caballo y se libró por poco de sufrir una grave lesión.
A la vuelta a Emeryville, el director y los productores hablaron con los animadores de Pixar sobre cómo reproducir la experiencia que habían vivido y fue en ese momento en el que la tecnología asumió un rol crucial a la hora de reproducir milímetro a milímetro los lugares visitados por Sohn y su equipo. EFE