Qué esta haciendo el gobierno para reducir la importante brecha en contra que lo separa de la oposición?
Además de los tradicionales discursos que usan los políticos cuando las encuestas no les favorecen, tales como: «Las encuestas están amañadas», «Nosotros vamos a arrasar», «La verdadera encuesta está en la calle», y otras afirmaciones que también usó la oposición cuando era minoría, el gobierno esta usando estrategias que demuestran que está consciente de lo difícil de su situación electoral.
No voy a analizar lo que parece el centro del debate de los últimos días, referente a las condiciones electorales y el potencial fraude comentado por algunos voceros recientemente. He comentado ese tema en el pasado, y suscribo la preocupación sobre el ventajismo preelectoral, el control de medios, los usos de los recursos públicos y la manipulación de centros sin testigos, pero rechazo la tesis del fraude convencional, incluyendo los fantasiosos «hackers cubanos» que cambian votos en las transmisiones, como si las actas de los testigos también las cambiara Harry Potter. Los chavistas eran mayoría y ganaron, apuntalados por el ventajismo, pero soportados por la base de su conexión popular. El tema es que ahora no son mayoría.
Lo que me interesa resaltar es lo que el gobierno está haciendo para minimizar su problema. Empiezo por su estrategia de crear chivos expiatorios para reducir el costo político de la crisis económica. Las acciones en frontera y los ataques contra Empresas Polar y Lorenzo Mendoza, son un ejemplo de esa estrategia. La segunda se trata del Dakazo Reloaded, con el que trata de liquidar mercancías a precios más bajos y sacar los inventarios de los comerciantes, en el medio de un show mediático que intenta criminalizarlos. La tercera es la generación de miedo, creando la idea de que un triunfo opositor significaría el «apocalipsis», con lo que busca desmotivar el voto castigo de los independientes por miedo a las consecuencias. La cuarta es el trabajo cara a cara en los barrios más pobres y en las zonas remotas donde tradicionalmente tenían mayor fuerza, algo nada despreciable. La quinta es la chavetización de la campaña, reconociendo que Chávez, aún fallecido, preserva una popularidad 30 puntos más elevada que el Presidente y es su único portaaviones.
¿Le servirá todo esto para voltear la tortilla? No lo sé… pero no creo. La población preserva una excelente relación emocional con el sector privado y los actores atacados por el gobierno parecen más populares que los atacantes. La liquidación compulsiva de mercancías es un acto simbólico porque los inventarios están menguados y los productos que sacan a la calle, a juro, no alcanzan ni para satisfacer la cola de un día, en el medio de una crisis terrible que se metió en la casa de la población. El miedo y la chavetización son acciones más potentes que en otros momentos han funcionado, aunque nunca para cerrar una brecha tan grande como esta.
Por ahí salió una supuesta declaración mía donde digo algo como: «estuve 16 años diciendo que el chavismo ganaba y ganó y ahora digo que la oposición ganará». Esa es una interpretación libre de lo que dije, porque la primera parte es cierta pero sobre la segunda lo que manifesté es que la oposición está ganando y es favorita, no que puedo asegurar que ganará. Lo que si es claro es que arranca arriba en la recta final y aunque el gobierno se jugará el todo por el todo, si tuviera que apostar diría que la oposición va a obtener más curules de los que creen los chavistas (y muy probablemente más que ellos), pero menos de los que esperan algunos opositores que ya están enfriando la champaña.
Luis Vicente León / @luisvicenteleon
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