Aporrea, al igual que ocurre con todas las entidades del gobierno, está infiltrada desde hace tiempo por muchos que se dicen chavistas, pero que en verdad no son revolucionarios, ni chavistas, ni tampoco maduristas
Me encuentro con este artículo de Iris Varela, publicado en Aporrea Web Bolivariana y chavista. Desde un 13 de abril del sopotocientos tantos…http://www.aporrea.org/actualidad/a217396.html
El título llama mi atención, comenzando su lectura, sobre todo por esa frase que cita Iris de San Ignacio de Loyola: «En asedio a fortaleza toda disidencia es traición», frase esta para meditar una y mil veces por nosotros los que somos y nos consideramos revolucionarios, y estamos con Chávez en este crucial momento con el proceso y con el presidente Maduro Moros.
Claro, Iris, que el enemigo goza una bola como dices y yo agrego parte de la otra también, pero no tan sólo por las críticas que puedan aparecer con la firma de escribidores de Aporrea y de otras web bolivarianas, sino más bien opino que estas críticas vienen alimentadas por «errores» cometidos desde el propio gobierno.
Y sigo con la lectura de tu escrito. Aporrea, al igual que ocurre con todas las entidades del gobierno, está infiltrada desde hace tiempo por muchos que se dicen chavistas, pero que en verdad no son revolucionarios, ni chavistas, ni tampoco maduristas; pero que aún, como tu dices bien Iris, tienen su corazoncito blanco o verde o amorochado, y que le palpita, aunque estén disfrazados con blusas rojas rojitas, al igual que lo hacen los disfrazados que en el gobierno están infiltrados.
«Es la quinta columna» y que, como camaleones, gritan hasta desgañitarse «Chávez vive, la lucha sigue», pero es mentira, su corazón no lo siente.
La mano fascista se ha asegurado que Chávez esté bien muerto. Yo digo Iris que no lo supimos cuidar lo suficiente. Bueno, hasta en sus círculos más cercanos de seguridad se han visto surgir traidores, que se han refugiado en EE. UU., protegidos como «sapos» colaboradores.
Fue parecido a lo que te pasó, cuando siendo Ministra de Justicia, se alzaron las cárceles, mejor dicho, los malandros. Eso se impulsó desde afuera. ¿Quiénes? La mano peluda del enemigo, la derecha fascista y sus compinches internacionales.
Esos izquierdistas que tu dices Iris, que están más allá de la izquierda, son falsos, pues ni siquiera son izquierdistas, siempre fueron de derecha, y seres confundidos, oportunistas, que ahora, camuflados, están infiltrados y disfrazados de chavistas, y que, como los gusanos, van pudriendo la cesta de manzanas.
El enemigo se vale de mil tácticas para enmarañar el pastel, tienen respaldo político y económico de potencias mundiales poderosas, pero lamentablemente nosotros los alimentamos con nuestros propios errores en bandeja de plata. En realidad, el daño más grande nos lo hacemos nosotros mismos, cuando desde un puesto de decisión y mando del gobierno «erramos», o no somos eficientes, no rectificamos, nos comportamos como burócratas, corruptos, y no atendemos ni nos preocupamos por los que antes eran, son, o fueron, nuestros camaradas y los echamos al olvido de nuestra memoria.
Por lo demás, como revolucionario de toda la vida, siempre he estado en contra de eso que dicen algunos compas o camaradas: «los Trapos sucios se lavan en casa». ¡No!, no señor. Si somos verdaderos revolucionarios, esos trapos deben lavarse frente al pueblo en la plaza pública, no tener miedo a que esta masa conozca la verdad de los hechos, ni de señalar y castigar a los culpables aunque ellos sean altos funcionarios o ministros del gobierno.
Hay está el detalle, amiga Iris. No hay que tapar ni ocultar, se debe ser transparente ante el pueblo todo.
Cuando desde el gobierno cometemos un error y lo tapamos o acaso lo discutimos encapillados, en cúpulas o entre panas, el daño se lo hacemos al proceso, a la revolución, al propio partido del pueblo.
En mi caso, a mis setenta y tres años, sin pensión, ni seguro y sin trabajo del gobierno, chavista y revolucionario de siempre, prefiero que me toque luchar en una esquina defendiendo el proceso y al presidente este seis de diciembre, no al lado de otro de la derecha «camuflado» o disfrazado de izquierdoso chavista. Iris, tranquila mujer, si hay que morir lo haremos al lado del presidente y al lado de su pueblo.
Recuerda cuando nuestro comandante eterno nos dijo: «el mejor látigo para que la revolución avance es la crítica», y esto otro: «en todo revolucionario hay un anarquista», nos decía. Y agregaba: «yo soy un anarquista».
Las revoluciones las hacen los pueblos, pero las dirigen las élites de intelectuales, tal es el caso de la revolución de octubre en Rusia. Lenin, Trosky, Carlos Marx, Engels. En Cuba Fidel, Che Guevara.
Si, querida amiga, como dices estamos con la revolución, por eso estamos los «verdaderos revolucionarios» listos a votar y a votar por los mejores de la baraja del Polo Patriótico de la izquierda venezolana para este 6D, para darles un revolcón a los enemigos del pueblo, a los que nos rompen los huevos para que no los compremos a precio justo.
José Juan Requena
aporrea.org