La oposición y ONG venezolanas consideraron «paradójica» la entrada del país en el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU al advertir una «violación constante de los derechos» por parte del Gobierno y criticar la reciente denuncia de la Convención Americana sobre ese tema.
«Es bastante contradictorio que el Gobierno venezolano haya hecho un esfuerzo tan logísticamente importante por ingresar en este Consejo y en Venezuela no se cumple con ninguna de las normas» dictadas en esta materia por las Naciones Unidas, dijo a Efe la diputada opositora al Parlatino Delsa Solórzano.
Con 154 votos a favor, Venezuela logró hoy el respaldo mayoritario de la Asamblea General de la ONU para entrar en el Consejo de Derechos Humanos a partir del próximo 1 de enero junto a Argentina y Brasil.
Los tres países reemplazan a Cuba, México y Uruguay como representantes latinoamericanos en el organismo. «Está saliendo Cuba y está entrando Venezuela, así que Venezuela ocupará ese puesto de violador de los derechos humanos en el Consejo de Derechos Humanos», apuntó Solórzano al hacer votos para que el Gobierno aproveche la coyuntura para poner en libertad a los llamados «presos políticos».
Según la abogada, la entrada hoy al CDH junto a la denuncia del Gobierno venezolano en septiembre pasado de la Convención Americana de Derechos Humanos pone a los venezolanos frente a «una posición bien complicada».
«Si decidimos acudir a la CIDH -Comisión Interamericana de Derechos Humanos- (para presentar un caso), bueno ahí nos quedamos (…) pero si decidimos acudir a la ONU, pues tenemos a Venezuela sentada en el Consejo de Derechos Humanos, que tendría que inhibirse, sí, pero evidentemente con una altísima influencia que podría perjudicar cualquier decisión», señaló.
A su vez, la directora de la ONG Control Ciudadano, Rocío San Miguel, dijo a Efe que con la elección de Venezuela se plantea la necesidad de exigirle al Gobierno «coincidencias» en su política de derechos humanos «en el plano internacional y en el plano interno». «Vemos a una Venezuela que estelariza su ingreso al Consejo de Derechos Humanos y, sin embargo, impide la visita de los relatores de Naciones Unidas al país», opinó la activista.
Observó, además, como una «paradoja» que Venezuela entre a este Consejo y aún no ha comenzado a ejecutar ninguna de las recomendaciones que esa instancia le hizo en octubre pasado en el llamado Examen Periódico Universal (EPU).
En octubre pasado, Venezuela rechazó 38 de esas recomendaciones, la mayoría relativas al respeto a la libertad de expresión y la independencia judicial que, según dijo entonces el viceministro de Asuntos Exteriores, Temir Porras, eran en algunos casos «afirmaciones infundadas, irrespetuosas e injerencistas».
El director de la ONG para la libertad de expresión Espacio Público, Carlos Correa, señaló que la vulneración de derechos humanos en el país «hace sombra a esta elección» que, a su juicio, «el Gobierno va a utilizar como una suerte de respaldo».
Esta elección «es un signo más de la distribución de cargos en el sistema de Naciones Unidas más por criterios políticos que por criterios de compromiso efectivo con los derechos humanos», apuntó.
El CDH, creado el 15 de marzo de 2006 por la Asamblea General, se encarga de fortalecer la promoción y protección de los derechos humanos en el mundo, realiza un examen periódico universal a los países miembros y celebra sesiones ordinarias y extraordinarias sobre temas concretos.
EFE