El rendimiento de Bravos de Margarita en la segunda mitad se ubica en la antípoda de la primera parte de la ronda eliminatoria. Una vez superado el meridiano del calendario, ese rendimiento diametralmente opuesto al anterior, le tiene en la cima de la clasificación.
Son varias las razones estadísticas de tal transformación. Desde el 28 de octubre, cuando el manager Henry Blanco se hizo cargo del equipo, la efectividad colectiva de los insulares es de 3.53 (100 carreras limpias en 254.2 entradas), muy por debajo del promedio del circuito (3.91).
En noviembre, Margarita exhibió récord de 14-9, el segundo mejor de la LVBP, incluida una cadena de 10 triunfos, que implantó un nuevo registro para la franquicia, con un promedio de 3.29 carreras limpias, solo detrás de Tigres de Aragua (3.16).
A ese buen pitcheo se sumó la mejor ofensiva del mes. Los Bravos lideraron el circuito en promedio (.288) y carreras anotadas (111), mientras que terminaron como escoltas de Leones del Caracas (.375) en porcentaje de embasado (.357).
Pero Blanco, hace otro tipo de análisis, más allá de los notables números colectivos de sus dirigidos.
“Creo que la confianza y la motivación se nota en el campo”, aseguró el ex recetor en una entrevista con El Sol de Margarita. “Se logró cambiar el chip y eso era lo que estábamos buscando. Al final de la primera parte perdimos algunos partidos que pudieron ganarse, pero con el buen ambiente que hay en el club house y las ganas de todos, se juntaron las cosas para mejorar”.
Blanco, que se desempeña como coach de control de calidad de los Cachorros de Chicago, recibía reportes a diario desde septiembre, cuando se iniciaron las prácticas en Margarita, y durante buena parte de octubre, cuando el equipo terminó con un magro palmarés de 9-23.
Alexander Mendoza
LVBP